𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑋𝐼𝑉

659 59 38
                                    

Luxanna le sostuvo la mirada. Cuando habló, su voz sonó rígida.

—Señor. ¿Qué ocurrirá si os ayudo con mis poderes?

Los ojos de Swain irradiaban peligrosidad.

—Eso nunca os ha interesado, muchacha. ¿No os basta con la agradecer vida que os he dado aquí?

—No seré partícipe de generar más muerte.

—Vos haréis lo que se os ordene.

La joven sintió una punzada en su interior. No podía permitirlo.

Luxanna debatía varias opciones en su mente. No abandonaría a su suerte a Garen ni a la noxiana. Bajo ningún concepto ayudaría a Swain a destruir Noxus.

<<¿Darius, donde estás?>> se lamentó.

Maldita sea. Lo necesitaba. Cada segundo que pasaba, parecía como si el corazón se le fuera a salir del pecho. La mirada del nigromante se le clavaba hasta las entrañas. Temía que ocurriese una desgracia. No tenía otra opción.

Utilizaría sus poderes.

Para destruir a Harax de una vez por todas.

El vello se le erizó. La joven sintió un torrente de energía recorriendo su cuerpo y no se molestó en refrenarlo. Echó a correr hacia la Runa y la tomó en su mano. El nigromante la aferró por la muñeca, sus amenazantes ojos refulgían con rabia.

Pero ya era demasiado tarde.

Luxanna expulsó un torrente de energía luminosa en dirección a la Runa. Un sinfín de cristales carmesí volaron por los aires.

Al momento Katarina cayó de rodillas, sus brazos recuperaron libertad de movimiento. Otro golpe retumbó por toda la cámara, se trataba del cuerpo de Garen. Había dejado de ser presa del hechizo de Swain.

¿El emperador había bajado la guardia?

La joven sentía la energía luminosa esparciéndose por cada centímetro de su piel. El nigromante gritó unas palabras en noxiano y se preparó para lo peor.

Lo siguiente que sucedió, ocurrió tan deprisa que nole dio tiempo a pensar en cuál sería su próximo movimiento.

Cinco rayos de energía oscura salieron disparados por la cámara subterránea. El sonido cortaba el aire por donde pasaban. Luxanna se deshizo de la mano que la aferraba e instintivamente, invocó un escudo luminoso sobre los cuerpos de Katarina y Garen. Aquella colisión de energías desencadenó un estruendo que hizo que temblasen las paredes.

Instantes después todo se sumió en un silencio expectante.

Un escalofrío le estremeció el cuerpo. Su intuición gritaba a voces que el peligro continuaba.

Luxanna soltó un grito ahogado cuando el último rayo le atravesó el esternón. Enloquecida de dolor, cayó al suelo de rodillas y con las manos temblorosas cubrió la zona herida.

Notó como Swain la aferraba por el camisón, haciendo que su cuerpo dejase de tocar el suelo. Este oprimió su agarre con fuerza y un curso de líquido rojo salpicó bajo los pies de la joven.

—No quedará nada de ti cuando te destruya, demaciana.

Tras ese juramento, la joven supo que allí acabaría todo.

La garra filosa de Swain le perforó el vientre. Ningún dolor que hubiera sentido antes podía compararse con aquel: Desgarrador, oscuro, lacerante.

¿Así era la muerte?

Con las pocas fuerzas que le quedaban, levantó la cabeza y se topó con la mirada desorientada de su hermano. Nunca más podría abrazarlo. No sabría cuánto lo había echado de menos. La joven se quedó sin aliento, sus ojos ardieron cuando una lágrima corrió por su mejilla.

REDENCIÓN- DARIUS X LUX ✧LEAGUE OF LEGENDS✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora