𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑉𝐼

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Luxanna se quedó de piedra. Un escalofrío recorrió su cuerpo, a excepción de la parte más íntima de su ser, que la tenía ardiendo. Los eróticos recuerdos de la noche anterior acudieron sin piedad a su mente. Dejándola mareada, incapaz de hablar y sin aliento.

—¿Creías haber soñado simplemente conmigo? — Se burló. — No, muchacha. Aquello fue tan real como lo es en este momento.

De pronto, sintió una laceración en el pecho. Como si la hubiesen ensartado con un cuchillo.

En el mundo de los guerreros, no había lugar para la ternura. Ellos luchaban, follaban y mataban. Nada más.

Siendo así, ¿Por qué la había besado de aquella manera? ¿Es que para él no significó nada?

Desorientada, logró liberarse de su agarre y contestó a su insolencia con más insolencia.

—¿Cómo puedes hacerle esto a alguien que quieres?

Darius se rio. Pero no sentía ni pizca de gracia.

—¿Cómo voy a querer a alguien que no puedo tener? — Declaró con una brutal desesperación en su voz. —Qué estupidez.

Luxanna tragó saliva. Se quedó inmóvil, aquellas palabras resonaban en su cabeza.

—Lo sentí en tu beso y en tu abrazo.

El noxiano no quería oír lo que ella decía, no deseaba reconocer que estaba en lo cierto. La contención se hizo pedazos en su interior, la atrajo con fuerza hacia su pecho y deslizó las manos por sus caderas, apretándola contra su entrepierna.

—Lo que sentiste era deseo y lo que yo siento por ti, está lejos de ser afecto. — Su voz sonaba cada vez más cavernosa. —Es rudo, primitivo y perverso. Como yo.

Ella abrió los ojos como platos y perdió la capacidad de reaccionar. Era demasiado cruel.

—No... — Murmuró. — Suéltame.

Pese a su enfado, el guerrero no lograba olvidar la conexión que había sentido con Luxanna aquel día. Era un impulso que no lograba entender, como si un delgado hilo de seda los conectara. Y él había estado a punto de romperlo.

—Ni hablar. Puedes ser pura de cuerpo, pero no de mente. —Dictó, inclinando la cabeza. —Lo supe desde que te vi por primera vez; hay pasión en ti; la misma que te impulsó a apuñalarme y enloquecerme. —Le disparó una mirada peligrosa. —Vas a pagar las consecuencias de haberme provocado desde entonces.

Cuando la joven fue a responder, Darius cubrió su boca y se fundió con ella en posesivo y rudo beso. Nada tenía que ver con el anterior. No pensó en más prohibiciones, misiones y obligaciones. Tan solo ansiaba hacerla suya.

Luxanna abrió los labios, recibiéndolo con un fervor tan inocente que lo destrozó. ¿Por qué hacía todo aquello si no la quería? La estaba besando con una intensidad que la abrumaba. La tenía atrapada con aquellos brazos tan musculosos y fuertes mientras acariciaba la curva de su espalda y la empujaba fieramente hacia su erección. Ella gimió de placer al tiempo que sus cuerpos encajaban a la perfección.

Qué Dios la ayudase, porque se estaba ahogando en su calor masculino. Su sabor era tan magnífico como recordaba. Sin embargo, la excitación era más fuerte que el miedo, Darius le hacía sentir una atracción y seguridad que era incapaz de describir. No era capaz de moverse, se apoyaba entre sus piernas de una forma lasciva y no le importaba nada, solo estaba completamente derretida ante él.

Darius había caído preso del deseo y se negaba a liberarla. La estrechaba contra su cuerpo con una necesidad devastadora. Le agarró una pierna y la situó sobre su cadera, sin ninguna inhibición. Frotó su miembro contra la más femenina de sus partes, recorriendo su cuello con avidez, dibujando un recorrido descendente con su posesiva boca.

REDENCIÓN- DARIUS X LUX ✧LEAGUE OF LEGENDS✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora