𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝐼𝐼𝐼

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No podía confiar en alguien como él. Luxanna no sabía nada de sus propios poderes, incluso podía percibir la amenaza resonando en toda la sala.

—Me temo que os resultaría un estorbo — Testificó aprensiva. — De nada sirve un mago si no sabe hacer uso de su habilidad.

A Swain le brilló la mirada con interés.

—¿Creéis que los mejores hechiceros nacen adiestrados?

Ella se revolvió en el asiento, meditando su pregunta.

—No...

—En Noxus no nos limitamos a una manera específica de combatir, como ocurre en Demacia. Aquí los talentos naturales y las especialidades de un guerrero son acogidos con gusto.

No podía continuar presenciando aquella locura. Darius estaba a punto de cruzar el umbral de la entrada para marcharse de allí. Pero se detuvo súbitamente al escuchar las palabras del emperador. Su mente evocó la imagen del escudo luminoso que creó Luxanna cuando estaba inconsciente en sus brazos...

¿Qué ocurriría si supiera generarlo a voluntad?

¿Qué más habilidades podría desarrollar?

Por un momento, que fuese una aliada no le pareció tan mala idea.

Un soplo de realidad se abrió paso en su mente. Maldición. Si lo era. Ella lo distraía con su sola presencia y aquello podría costarle la vida en una situación violenta.

—Olvídalo, Swain. —Bramó a lo lejos, molesto. —Ya casi tenemos al demaciano ¿Vas a echarlo todo a perder ahora?

El nigromante lo ignoró, tenía los ojos clavados en la joven.

—Os entrenará alguien de mi confianza y os concederé un cargo privilegiado en mi consejo.

Luxanna miraba al nigromante intentado descubrir algún detalle en su expresión que lo delatase, pero no podía evitar sentirse cruelmente manipulada.

—No ocurrirá nada de eso, señor. —Rebatió molesta. — Mi lugar está junto a mi familia y no entre estas murallas.

El emperador apretó la mandíbula.

—¿La misma familia que trataba de reprimir lo que erais? ¿Qué desde niña os ha sometido a inhumanas pruebas para despojaros de vuestros poderes?

Se sintió como si le hubiesen echado encima aceite hirviendo. Las palabras del nigromante desbarataron sus recuerdos.

Los ojos de Luxanna brillaron angustiosos, ella jamás le había hablado a Darius sobre su pasado, por lo que resultaba imposible que él hubiese informado a Swain.

—Vos... ¿Cómo sabéis? — Habló con voz temblorosa.

La expresión de Swain se suavizó. Mientras daba vueltas al colgante con sus dedos.

Gracias a la maldición que le permitía ver las memorias de quién derramase sangre, logró ver a la joven incontables veces en los recuerdos más recónditos de Garen durante su encuentro hace siete años.

—Sé muchas cosas sobre vos. —La miró largamente. — En particular que, a pesar de tener familia, os habéis sentido sola toda vuestra vida. Pero eso puede cambiar.

Ella no lo negó.

—Vuestra lealtad y principios son admirables, Luxanna... No dejéis que os cieguen.

Por primera vez en aquel momento, pensó fríamente. Su familia dependía de la decisión que tomase ¿De qué le servía continuar siendo devota a Demacia si su gente acababa muerta?

REDENCIÓN- DARIUS X LUX ✧LEAGUE OF LEGENDS✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora