REDENCIÓN- DARIUS X LUX ✧LEAGUE OF LEGENDS✧

𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑋𝐼𝐼𝐼

Garen se pasó una mano por la nuca e hizo una mueca de dolor. Maldición. Llevaba sufriendo durante todo el día el molesto remanente de la fuerza que utilizó el noxiano al oprimir su cuello.

—¿Se puede saber qué habéis hecho para acabar tan amoratado? No tenéis fuerza ni para sentar a una mula.

La voz de Katarina rompió la quietud que prevalecía en la tienda de lona.

El demaciano tensó todos los músculos a la vez. Incapaz de creer el sonido que llegaba hasta sus oídos.

Se volvió con el ceño fruncido y experimentó una punzada de enojo.

—¿Cómo habéis burlado a los guardias del campamento, muchacha? — Gruñó. —Maldita sea. Alguien os puede ver.

Ella sonrió.

—¿De verdad os lo tengo que explicar?

—Guardaos vuestra pericia para las misiones.

Con gesto reticente, Katarina avanzó hasta él.

—¿Qué os ocurre, Poder de Demacia?  Estáis algo...espinoso.

Desde el violento encuentro con el general de La Legión, Garen tenía en ebullición un montón de sensaciones contradictorias. No podía creer que su hermana hubiese despertado cualquier tipo de sentimiento en aquel brutal guerrero.

<<La quiero>> Le había confesado Darius.

¿Es que Luxanna sentía lo mismo?

Un pálpito electrizante recorrió su espina dorsal cuando Katarina acarició su dolorido cuello. La miró en silencio durante un largo tiempo, sin poder olvidar la cuchillada a traición que le propinó aquel día.

Envolvió su enorme mano alrededor de su muñeca y habló con tono firme.

—Me apuñalasteis.

—Os salvé el trasero.

Él intensificó su agarre.

—Cinco días y cinco noches. Tragando musgo,barro y sabe dios qué más. — La furia brotó bajo el pecho de Garen con tantafuerza, que casi se va de la lengua, informándole acerca del pestazo a mierda de ciervo y mapache que continuaba desprendiendo días después de que un soldado diera con él. Pero aquello sería un baño de realidad demasiado innecesario. — Ni a mi peor enemigo le deseo semejante humillación.

—Bueno...Quizá me excedí.

—Sin duda, ¿Es que habíais utilizado veneno antes?

—No. — Dijo rotundamente. Cuando ella asestaba un golpe decisivo con sus dagas, siempre resultaba letal para la víctima. — Pero he visto cómo funciona, tenéis suerte de que aprenda rápido.

En ese momento Garen quiso descargar un golpe contra una puerta. Pero maldijo. No había ninguna cerca. Cuanto antes aclarase las cosas, antes podría apartarla de su vista.

Recordar dolía.

—¿Por qué me da la impresión de que venís a pedirme algo?

Katarina se mordió el labio, parecía titubear.

—He venido a devolveros la Runa. — Su mirada esmeralda se había oscurecido. —Destruidla, haced lo que consideréis con ella. Pero alejad a Harax de Noxus.

Garen sacudió la cabeza, ¿Había oído bien?

—¿Qué decís, Katarina?

—Creí que podría mantenerla a salvo de cualquier peligro, pero estaba equivocada. Swain está dispuesto a cualquier cosa con tal de obtener su poder. — Dijo ella ansiosamente. — Oh...Garen. Nadie sería capaz de controlar la fuerza que encierra un cristal tan antiguo.