Un océano sin justicia (One piece)

XIII.

Cloe había arreglado todo, tuvo que pedir un par de semanas más a Dofy para poder acomodar su accionar, con mucho cuidado depósito los pequeños frascos de vidrio dentro del pequeño morral que siempre usaba.
Nuevamente hizo cuentas de las herramientas que necesitaría, debía de hacer un trabajo limpió y rápido, no quería levantar sospechas y tampoco deseaba perder la confianza del Guerrero del mar.

Unos ligeros golpes la despertaron de su meditación, volvió su vista en dirección de la gran puerta de madera y la abrió con cuidado.

—El joven amo me pidió que te trajera tu cena.

Cloe se hizo a un lado para dejar entrar a Baby 5, quién traía en una bandeja un bowl lleno de frutas picadas junto a una vaso de leche.

—No debiste molestarte, planeaba bajar en unos minutos.

—No es eso, es que Monet acaba de llegar sin avisar, el joven amo cree que hay problemas y abandonó el comedor, luego de ello cada uno se fue por su lado a ver qué sucedió.

Cloe escuchaba con atención, no había visto a Monet en persona, solo aveces escuchaba de ella por Sugar, quién raras veces no dejaba de hablar.

—Bueno, parece que tendremos una noche movidita. —respondió Cloe después de dar un sorbo al vaso de leche fría.

—Espero que no, la última vez que el joven amo estaba molesto mató a uno de mis novios —comentó con tristeza Baby 5, se tomó un momento para continuar con su narración, pero al ver una sonrisa burlona departe de Cloe, prosiguió ofendida —¿Y esa cara?

—Pues... —Cloe estaba apunto de responder pero un Doflamingo de semblante tranquilo irrumpió en la habitación.

El rubio observó a las dos jóvenes y sin necesidad de que diga algo Baby 5 ya de encontraba abandonando el lugar.

—¿Hablaban de mi?

Cloe resopló de modo burlón y se concentró en el plato de frutas que aún no había tocado.

—Ya sabes que puedes quedarte

—¿A qué te refieres? —preguntó la joven con el ceño fruncido y confusa por el comentario innecesario de Joker.

—Dejaste en claro que una vez te pidiera el favor lo cumplirias y pasarías a desaparecer, pero sigues aquí, pidiendo más tiempo para completar tu trabajo.

—El que espero tiempo fuiste tú, pero dejaste que pasara tiempo con ellos a propósito.

Doflamingo creyó observar tristeza en la joven, pero le restó importancia, aquel no era el momento de dar explicaciones a la joven Vicealmirante.

—¿Haz pensado en que excusa pondrás al presentarte con Smoker? —preguntó intentando cambiar de tema.

La joven palideció, de cierta manera no había previsto una hipoteca explicación, aparte que por lo ocupada que estaba ni siquiera estaba al tanto de las últimas noticias relacionadas con la Marina.

—Me preocupa más lo que puedan decir otras personas.

Diciendo esto la joven dejó el plato vacío y tomó sus herramientas, hizo un ligero movimiento con la cabeza y salió de la habitación dando un portazo.

Mientras caminaba por los largos pasillos del castillo se topó con Viola, quién parecía más incómoda que de costumbre, está última no se percató de la presencia de la rubia, Cloe no deseaba algún intercambio forzado de palabras y optó por alejarse a paso ligero.

La negrura de la noche  y las desiertas calles de Dressrosa aportaban un ambiente acogedor para cualquier delito, parecía que todo se encontraba a su favor o eso era lo que la joven quería.
No muy lejos de comenzar el primer ataque sintió la imponente presencia de Doflamingo muy cerca,  Cloe se había preparado para todo tipo de escenario, sobre todo en el hipotético caso de ser vigilada mientras cumplían con la misión.