XVIII.

587 54 9
                                    

—¿Cómo era mi madre?

Dragón se detuvo por un momento para desechar el algodón que está usando, luego tomó otro algodón y siguió limpiando las pequeños raspones de los brazos de la joven.

—Igual a ti —respondió con seriedad mientras seguía en su labor.

—Me refiero a cómo era ella...

Al terminar con los brazos estaba decidido a continuar con el pequeño corte que tenía en la mejilla, pero decidió detenerse al ver la mirada insistente se la joven.

—Micaela no era muy abierta a hablar sobre su vida, vivía el momento y disfrutada de todo lo que hacía. Un día podía estar aquí y al otro desaparecer.

Cloe espero a que su padre siguiera hablando, pero cuando esté tomó otro algodón supo que había acabado.

—Eso no me ayuda mucho —confeso con desilusión la castaña.

—Quedate quieta...

—Solo quiero saber más sobre ella.

—Cloe, dejá que termine con ésto.

La joven dejó de insistir, había sentido el tono autoritario que tuvo la última frase que dijo su padre. Tal vez sería mejor permanecer en silencio por el momento.

Dragón terminó de desinfectar la última herida que tenía la joven, con suerte el corte no había sido profundo y con un pequeño parche bastaba con ocultarlo mientras se tomaba el tiempo en cicatrizar.

—Sabes que pude haberlo hecho yo sola.

—Lo sé, pero prefiero estar aquí a estar soportando sus insistentes preguntas —respondió el pelinegro al sentarse abatido y señalar al mar de susurros que se podía escuchar al otro lado de la puerta.

—Pues... Tendrás que responder las mías...

—En primer lugar Iva no debió de haberte traído, segundo no debiste haber comenzado ese enfrentamiento infantil con Sabo y tercero, una Vicealmirante de la Marina  no debería de estar en el cuartel general del Ejército Revolucionario, sobre todo tú Cloe, en la posición en la que te encuentras es demasiado arriesgado estar tanteando tu suerte. Tú abuelo no estará toda la vida cubriendo tus espaldas.

—Por lo menos él está ahí, no como mis padres, que hacen su aparición a mis 19 AÑOS y todavía una aparición incompleta.

—¿Qué esperabas que hiciera?, eras un bebé, no podia criarte aqui, este no es un lugar para niños.

—Pero si pudiste criar a otros...

Sin dejar responder a su padre Cloe salió de la enfermería, pero se topó con el pequeño tumulto de revolucionarios que estaban curiosos por su llegada y a sus espaldas salía su padre en busca de ella, todos se aglomeraron alrededor de Dragón, esto ayudó a que la joven pudiera escabullirse y desaparecer, necesitaba estar tranquila; era la primera vez que veía frente a frente a su padre y lo más chocante era que decidió enfrentarlo y poner sobre la mesa su ausencia.

...

Sentada a las orillas del mar, había estado meditando por varias horas acerca de lo que haría. Esperaba encontrar a Iva pronto, por el momento ya no tenía nada que hacer en Baltigo y el intercambio de palabras con su padre había estado demás, no debía de haberse comportado como una niña.

De pronto sintió una presencia que se iba acercando, se puso alerta y al girar la vista a su izquierda se encontró con una joven, no parecía ser mayor que ella, tenía el cabello corto y una sonrisa amigable.

—Es un placer conocerte Bloodsucker, mi nombre es Koala —habló la joven estirando su brazo en dirección a la castaña para que está tomará su mano.

Un océano sin justicia (One piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora