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-Mierda, mierda, mierda...- repetía Noah mientras buscaba las llaves de su coche.

Jack, que había notado el estrés de Noah, se había acercado a él para preguntar que ocurría.

-¿Q-qué...?- fue lo único que pudo formular Jack.

Noah en ese instante recordó la existencia de Jack, no podía dejarle solo, de ninguna de las maneras.

-Nada... no te preocupes.- dijo Noah tratando de sonreír para después sacar su teléfono al ver que Jack se iba de allí.

Marcó un número y espero unos cuantos segundos.

-¿Noah? ¿Qué ocurre?- Se escuchó una voz femenina desde la otra línea.

-Sadie, por favor dime que puedes venir a mi casa ahora.- Respondió Noah con cierta desesperación.

-¿Qué? Ya voy para allá, espero que no sea una broma Noah...

-No lo es, gracias.- dijo Noah para después colgar.

-¿Jack?- Cuestionó Noah mientras abría la puerta de su habitación encontrándose a Jack sentado en el suelo mientras miraba a la pared abrazando a su rana de peluche, era normal que Finn amara tanto a esa cosa tan linda.

Jack miró hacia Noah aunque rápidamente desvió la mirada como solía hacer.

- Debo ir a un sitio Jack, ahora va a venir una chica para estar contigo, ¿vale?- Habló Noah y Jack asintió aunque realmente estuviera aterrado, ¿alguien nuevo? Ese tipo de situaciones le ponían bastante nervioso.

Autismo ; FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora