Autismo ; Fack

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Jack realmente quería quedarse allí junto a Finn fingiendo que todo estaba bien, pero le era imposible, él odiaba el contacto físico, a pesar de que se sintiera feliz de que Finn le correspondiera comenzaba a agobiarse. No sabía si Finn lo había notado o no pero el de rizos se alejó del menor y miró sus ojos, este no pudo evitar comenzar a llorar de nuevo y apartar la mirada, se sentía inútil, como si ni siquiera fuera capaz de amar, y eso le dolía porque podía estar dañando a Finn.

-Está bien...- susurró el de rizos con una sonrisa compresiva causando sorpresa en el más bajo que solo estaba limpiando sus lágrimas desesperadamente.- No te preocupes, puedes llorar... no pasa nada, desahógate...

Jack miró a Finn más sorprendido aún, estaba acostumbrado a llevarse un golpe cada vez que lloraba, pero el castaño recordó, aquel hombre aterrador no era Finn, Finn le quería. Jack hizo caso al mayor y lloró, lloró como nunca pues llevaba aguando las lágrimas por mucho tiempo, Finn en cambio solo le miraba con una sonrisa compresiva tratando de contener las lágrimas ya que ver a aquel chico lindo llorando rompía su corazón.

Entonces el de rizos recordó, recordó momentos junto a Jack, su primer beso, la primera vez que tuvieron una cita, aquella vez que el castaño lloró por culpa de una pesadilla, cuando vio al chico de pecas por primera vez y se enamoró sin siquiera saberlo, su propio corazón juro que lo amaría sin que el de rizos se diera cuenta, al menos hasta ese momento.

Por otra parte Jack se sentía horrible, sucio, usado, como si no fuera capaz de sentirse bien consigo mismo, él solo podía pensar en esas características que el castaño tanto odiaba, sus defectos.

-Tus defectos ante mis ojos son perfectos...- Murmuró el mayor como si hubiera leído la mente de Jack y este le miró mientras aún seguía llorando.- Todo estará bien... Jack.

-F-Finn...- Susurró el castaño de forma casi inaudible mientras abraza desesperadamente al mayor.