Autismo ; Fack

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Finn se sorprendió repentinamente, no por las lágrimas del menor, fue por sus propias palabras.

"Jack, ¿estás bien? Te escuché llorar..."

¿Quién era Jack? ¿Por qué le había llamado así a aquel chico desconocido?

Jack en cambio se sentía raro, pero era una sensación que no le desagradaba, él no recordaba haberle dicho su nombre a Finn, más que nada porque delante suya no había hablado y se mantenía callado siempre. Ese pequeño sentimiento de felicidad fue suficiente para que el chico comenzara a llorar haciendo que Finn reaccionara y se acercara al castaño y le abrazara cálidamente.

No hicieron falta más gestos para que Finn sintiera que conocía al chico de toda una vida y estuviera feliz de estar con aquel chico lindo que parecía bastante dañado.

Solo había silencio, pero sin necesidad de decir nada Finn y Jack lograban entenderse perfectamente, pues de eso se trataba el amor, y tal vez, solo tal vez Finn pudiera aceptar sus sentimientos por más extraños que le parecieran, pues él sentía que ese chico extraño y lindo era suyo, que era su universo, que sin él no podría vivir siendo feliz, ahí lo comprendió, no le importaba si ya lo conocía o no, lo único que le importaba era poder estar con Jack, feliz.