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—Z-Zabdiel —susurra al sentir los toques del alfa pasar por dentro de su pantalón.

Era la primera vez del castaño, nunca lo habían tocado, ni siquiera sus compañeros de clase. Era la primera que experimentaría con un alfa de verdad, uno el cual es su compañero de banda.

Las manos inexpertas del omega descienden a los brazos del alfa, apresándolo con fuerza por los nervios que siente.

—No voy a lastimarte, confía en mí —susurra cerca al oído del castaño.

El chico asiente dejando de oprimir muy fuerte el brazo del alfa. Sus piernas tiemblan ante las nuevas sensaciones que le provoca su amigo.

Siente su lengua recorrer su cuello, sus no tanto afilados dientes morder con delicadeza su sensible piel.

Christopher había escuchado decir que la primera vez siempre duele y el no quería que le doliera, tenia miedo, pero no quitaba la sensación de sus juguetes con el cual compartió con su compañero. Erick le explico que duele un poco, pero la cuestión es que el alfa se controle un poco al hacerlo.

Mira al chico, examinándolo de pies a cabeza mientras lo estaba tocando, esta seguro que Zabdiel no es capaz de lastimarlo y le cree. Grita al sentir que es levantado.

—¿Zabdiel? —lo mira confundido— ¿a dónde vamos?

El alfa no contesta y solo le muestra una cálida sonrisa que basto para que el omega se tranquilizara, solo por unos segundos.

Es la habitación de Zabdiel, es lo que piensa el castaño, poniéndose mas y mas nervioso.

—Te dije que te calmaras —acaricia su mejilla— nada pasará que tú no quieras ¿esta bien?

Christopher asiente para continuar. Zabdiel lo recuesta en su cama, empezando el mismo a desvestirse.

El omega solo lo miraba, miraba cada parte de su cuerpo, sus abdominales, el cual le salió por hacer ejercicio, amaba también esa parte suya del alfa, era muy entregado con lo que era su trabajo.

—Haré que grites de placer pequeño y que ruegues por mas.

Christopher siente sus piernas temblar y su pene levantarse de a poco, Zabdiel era el único culpable de ponerlo de ese modo, tan vulnerable y débil ante él. Sus prendas desaparecen con rapidez, dejándolo solo con bóxer.

Abre sus piernas con vergüenza y jadea al sentir el aliento del alfa en su zona.

—¿Zabdiel?

—No te desesperes —ríe, soplando su parte intima y viendo como el cuerpo del omega se tensa.

Christopher grita al sentir la lengua del chico pasar por su entrada, mojándolo aun mas de lo que estaba. Gemía mientras apretaba con fuerza las sábanas, sentir la lengua de un alfa en su interior se sentía raro, pero a la vez le gustaba mucho.

Mueve sus caderas para poder sentir mas contacto.

Siente el primer dedo entrar en su interior, haciéndole que grite por el dolor que siente.

—Cálmate, respira tranquilo —besa su mano con delicadeza.

El segundo y tercer dedo se hacen presente, generándole al castaño entre satisfacción y dolor, pero poco a poco eso iba desapareciendo, dándole lugar al placer.

Gemidos inundaban la habitación, Christopher separa mas sus piernas, moviendo sus caderas para sentir mas adentro los dedos del alfa, pero Zabdiel solo se limita a quitar sus dedos generando el malestar del omega.

—¿Porqué lo q-quitas? —dice con dificultad y un poco enojado hacia el alfa.

—Tendrás algo mas grande que mis dedos —sonríe, dando a notar el gran bulto que llevaba.

Christopher mira con asombro los pantalones del chico, era muy grande y no iba a caber en su interior, eso era lo que pensaba el castaño.

—Piensas que no entrará —Chris asiente con las mejillas sonrojadas— yo me encargare que entre todo, tú no te preocupes.

Se acomoda entre las piernas del chico y se baja los pantalones.

—Mi amigo lleva tiempo esperando entrar ¿lo sabias? —Zabdiel frotaba su pene entre las nalgas del omega.

—N-No —dice con dificultad, su respiración agitada no ayudaba en mucho— entra ya.

De a poco, Zabdiel va introduciendo su pene en Chris, gruñendo por lo apretado que esta estaba y lo satisfactorio que se sentía.

Christopher lo recibe mordiendo su labio para no soltar ningún grito, le duele mucho, pero tiene un poco de vergüenza de gritar a su delante. No aguanta mucho y chilla al sentir todo el pene del alfa en su interior, todo había entrado como lo dijo Zabdiel.

Lo mira con los ojos llenos de lagrimas, le duele y mucho, mira su parte y nota que está sangrando, asustado lo mira nuevamente.

—Cálmate, es normal —lo agarra de la cintura y lo apega a su cuerpo— es tu primera vez y seré muy cuidadoso.

Empieza con ligeras embestidas, Christopher arañaba la espalda del alfa por el dolor que sentía, sus piernas le dolían y sentía que lo estaba partiendo.

Pasaban los minutos y Christopher poco a poco se acostumbraba, ya no sentía dolor y ahora lo que abundaba era el placer y las ganas de mas. Zabdiel al ver eso lo deposita en la cama, levantando sus piernas para embestirlo con mas fuerza.
Los gemidos que brotaba el omega eran música para el mas alto, le encantaba escucharlo y verlo de esa manera.

—M-Más —pedía sumamente excitado, sentía su entrada lubricarse por si sola— Z-Zabdiel.

Zabdiel solo gruñía, no podía articular ninguna palabra, estaba muy enfocado en su deber, aunque lo que él quería era marcarlo, pero ese puto collar se lo impedía.

—En cuatro pequeño —susurra saliendo de su interior.

El omega obedece, volteándose y empinándose para su alfa. Este lo toma con fuerza y entra sin cuidado alguno, embestida tras embestida, los choques de pieles eran únicos y eso excitaba mas al alfa.

El grito del castaño indica que está por llegar, haciendo a Zabdiel acelerar mas las embestidas, llegando fuera de Christopher, tiene muy en claro que los bebés son para mas adelante,ahora solo quiere tenerlo a él a su lado y tratar también de encontrar alguna clave para el collar de su pequeño para así poder marcarlo y considerarlo como su omega, prohibir que ningún otro alfa lo toque poniendo a excepción a sus amigos.

—Serás  mi omega, de eso te lo aseguro —susurra al ver al chico dormir.

Cantantes Omegas ||Joerick|Chrisdiel|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora