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Cuando Joel llegó, no habló con nadie y solo se fue a su habitación.

-Hoy fue un largo día -suspira el moreno, mirando a su pequeña hija.

-No quiero que Erick se vaya, ni Christopher -suspira la chica- yo quiero que se vayan Rosario y Emilia.

-Pensé que te agradaba estar con ellas.

-Pensaba, pero ya no las quiero aquí, desde que han llegado no han pasado mas que problemas y mas problemas.

-Mejor hay que dormir que mañana será muy duro para todos.

-¿Estas listo? -pregunta el ojiverde, mirando a su amigo.

-Claro que si, pero todavía nos vamos en dos horas y no se que hacemos despiertos.

-No quiero ver a Joel, ademásg de que no me gustan las despedidas.

-Tienes razón-ríe- voy a ir un rato a la cocina.

-Bien -asiente.

Christopher sale de la habitación, tenia hambre y necesitaba algo de comer antes de irse.

-Princesa -Zabdiel susurra, abrazándolo por la cintura y ocultando su rostro en el cuello de este.

-Suéltame -trataba de alejarlo- no estoy bromeando Zabdiel.

-Perdóname, yo pensé que estabas embarazado.

-No creíste en mí.

-Lo se, pero al ver esa prueba, realmente pensé que estabas embarazado -acaricia detrás del polo, su estómago.

-No -se aleja de sus brazos- no quiero que me vuelvas a tocar.

-No te vayas -ignora lo dicho por el omega y lo agarra de la cintura, acercándolo a su pecho.

-No quiero estar en un lugar en donde no confían en mi palabra -susurra.

-Lo se, pero mierda, pensé que verdaderamente estabas esperando un hijo.

-Y si lo hubiera tenido que, ¿no me aceptarías?

-Claro que lo haría -lo mira- después de todo es mi hijo -sonríe- nunca lo negaría.

-Entonces porque le dijiste eso a Renato, ni siquiera impediste que me fuera.

-Lo se, pero después de eso me arrepentí y no sabes cuanto lo lamento.

Zabdiel sin poder contenerlo lo atrae, besándolo con fiereza y necesidad.

-Zabdiel -susurra cuando se aleja- no quiero.

-Si quieres -mira sus mojados labios- eres mi omega y yo soy tu alfa.

-¿Porqué me haces esto? -susurra el chico sonrojado- porque soy tan vulnerable ante ti.

El boricua ríe y lo levanta.

-No puedo rogarte que te vayas, porque se que no vas a ceder -mira al castaño negar- entonces si no puedo, lo único que me queda es cogerte.

Christopher se sonroja.

-Que cosas dices.

-Ya que no puedo convencerte de que te quedes, te dejaré un regalo para que te acuerdes de mí -acaricia su estómago.

-Zabdiel -susurra al sentir los toques del alfa por toda su piel -se muy bien lo que estas pensando.

-Entonces no creo que te opongas -decía mientras repartía pequeños besos en el cuello del omega.

-Mi vuelo sale en dos horas.

-Suficiente para hacerte trillizos.

-I-idiota -jadea.

Zabdiel lo levanta y con él en brazos, se dirige a su habitación.

Llegando a la habitación, lo tira en la cama, despojándolo de sus prendas

-Cuando llegues a Ecuador, me extrañaras bebé.

-C-Cállate -susurra al sentirlo respirar entre sus piernas.

-Te voy a extrañas bebé.

-Yo también -lo mira- pero me llevaré algo tuyo conmigo -ríe, empezando a sonrojarse.

-De eso estoy seguro.

Cantantes Omegas ||Joerick|Chrisdiel|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora