Los días pasaron, hace un mes Ian y yo iniciamos nuestra relación. Hasta el momento todo va de maravilla, cenamos por las noches después de ir por mi al trabajo. Los fines de semana después de la universidad salimos al cine o hacemos cualquier cosa.
Es domingo por la tarde, Ian hace sus tareas en mi sala mientras preparo algo para cenar, he preparado pay de queso, celebramos un mes después de todo.
-Aún no te he contado- me dice entrando a la cocina, rodeando mi cintura con sus brazos.
-Qué sucede?-
-Mañana habrá una cena para las madres de familia en el trabajo y a los chavos nos tocará cuidar a sus hijos- bufo
-A ti te encantan los niños-
-No quiero ir- dijo mientras retiraba un mechón de mi cabello y besaba el lóbulo de mi oído.
-¿Por qué no?, debes ir- ordené
-No podré recogerte ni te veré por la tarde- suspiro
-Me verás el martes, además estarás con muchos niños, estarás más que feliz. No creo que te acuerdes de mi- Sonreí
-Te voy a extrañar como no tienes idea, aunque tienes razón. Me distraeran esos pequeños-
-Acostumbrate amor-Sonreí
-Te imaginas cuando tengamos a los nuestros- me heló ese comentario, me solté nerviosa y lleve el pay a la sala, Él venía tras de mi.
-Ni siquiera tenemos vida sexual aún- baje la mirada.
-Estoy esperando el mejor momento, quiero que sea muy especial para ambos nena- tomo mi rostro en sus manos - no quiero que se comparé con tus otras ocasiones-
Estoy petrificada, no sabía si decirle que jamás había habido otras ocasiones. Finalmente decidí decírselo.
-No ha habido otras ocasiones, tú serás el primero- ruborize. Me miro por un largo tiempo, cuando reacciono me sorprendí al ver una sonrisa de oreja a oreja, jamás había tenido relaciones con alguien, siempre terminaba huyendo.
-Me alegra saberlo, será aún mas especial- beso mis labios desperadamente buscando el acceso a mi lengua, quien se reunió con la suya. Estaba acalorada, mi intimidad palpitaba al ritmo de su beso. Después de un rato él se alejó.
-¿Qué sucede?-
-Estas preparada en éste momento?- dijo mientras sus manos recorrían la parte baja de mi espalda; acercándose cada vez más a mi trasero.
-Puedo intentarlo- al terminar la frase él repitio aquel beso, ahora sus manos subían por mi espalda y me aferraban a él, tocó mi piel desnuda por debajo de mi blusa, mis brazos permanecían alrededor de él.
-Tengo que parar- logro articular palabra, y se retiro de mi cuerpo.
-¿Estás bien?-
-Si, ancío tenerte de todas las formas posibles, pero no ahora; será un día especial.- Me sonrió
-Para ambos- bese su mejilla rozando levemente su labio.
-Si, cuidaré de ti amor- me beso.
-Okay, y me dirás que día?- Sonreí
-Aún no, voy a preparar todo- tomo su abrigo y lo acompañe a la puerta.
-Nos vemos el martes, cuidate mucho amor- le dije
-Tu también amor, te amo- y se fue.
Había avanzado unos cuantos metros cuando volteo a verme sonriendo y grito:
-¡Gracias por dejarme ser el primero!-
Entre a mi departamento hecha un jitomate de la impresión.
Estoy segura que fue una buena decisión el dejar que Ian sea el primero.
ESTÁS LEYENDO
-Soy tuya, Siempre-
RomanceJulia trabaja en una empresa internacional, su jefe el Sr. Christian es un hombre muy reservado tal vez sólo con sus empleados. Julia tiene pretendientes dentro de la oficina y quizás eso no le agrade a su jefe.