-Soy tuya, Siempre-

Parte 23

-¿Ya no vendrás a verme?- dice Kevin

-Si pequeño, sólo que estaré menos tiempo aquí contigo-

-Pero... ¿Jugarás conmigo verdad?- sonrío y beso su frente.

-Por supuesto que si, además te compraré muchos juguetes y comeremos muchísimos postres-

-Te quiero mucho- me abraza

-Yo más-

Preparó algo de cenar, ya es costumbre cenar juntos, mientras tanto Ángel y yo siempre charlamos de cosas triviales. En ésta ocasión el tópico es mi viaje.

-Seguro conocerás demasiados lugares, ¿No estás emocionada?-

-Claro que sí, aunque no creo que con el jefe que tenemos pueda salir o disfrutar- me resigno

-Tendrá que dejarte, no puedes estar todo el tiempo en tu habitación-

-Eso espero- llevo el recipiente con spaguetti al comedor- espera ahora vengo.

Deposito el recipiente en la mesa y en seguida suena mi móvil. es Ian, ¡No puede ser! ¿Ahora qué hago?

-Bueno- me alejo.

-¿Qué haces nena?-

-Estoy por cenar-

-¿En el departamento?-

-Si, asi es-

-¿Qué es lo que cenarás?-Ángel me llama desde la cocina- ¿Con quién estás?- No puedo mentir soy pésima en eso.

-Es Ángel-

-¿Qué rayos hace contigo?- está enfurecido- ¿Está en tu departamento?, ¿Qué cojones hace ahí?-

-No estamos en mi departamento, estamos en el suyo-

-¿Por qué mierda me mientes?, ¿Acaso me estás engañando?- su voz es más débil, sé que está dolido y a mi también se me está partiendo el corazón.

-¡No!, ¿Cómo puedes creer eso? ¿Tan poco crees que es el amor que siento por ti?- No puedo evitar llorar, mis lágrimas van acompañadas de sollozos.

-Dime entonces, ¿Qué es lo que sucede?- es imposible el ocultar que está en la misma situación que yo, su voz es quebrada.

-Estoy aquí por Kevin, no pienses mal. Yo te amo a ti, me conoces de hace mucho tiempo. Confía en mi.- Suplico- ¡Por favor!-

-No sé que pensar, sinceramente después de esto no sé si creerte- silencio- Lo mejor es que te llame después- Cuelga

-Por favor Ian- No me permitió decir más.

Todo esto es mi culpa, no debí haber mentido desde un principio. Por una estupidez mía todo ha terminado, nuestros proyectos de una familia ahora se vienen abajo. Me derrumbo al pensar que nunca más vuelva a ver a Ian, que después de esto el decida terminar todo. Ruego por que no sea así. De verdad lo amo, es ahora que me doy cuenta que lo necesito para seguir viviendo.

En este momento lo único que deseo es ir a casa y llorar, llorar mucho. No lo pienso más y salgo de inmediato sin decir adiós ni nada.