-La espero en mi oficina para checar los pendientes de hoy- se dirige a su oficina.
-Si, Sr.- alcanzo a decir cuando el ya ha desaparecido.
No imagine jamás que esto pudiese suceder, comeré con Christian, tal vez de verdad se siente culpable o su madre lo habrá obligado. No sé en donde reservar, sinceramente no creo que él quiera ir a los lugares donde acostumbro a ir en mi hora de comida, creo que lo mejor será que le pregunte a dónde quiere ir a comer. Estoy tan distraída que no me había dado cuenta que Ángel aún no llega, ayer no vino a trabajar y tampoco aviso, sino viene mañana buscaré su dirección e iré a visitarlo.
- ¿Entonces son todos los pendientes de hoy?- hojeo su agenda mientras él tiene la mirada en mi.
-Si, son todos. Ayer resolví la mayoría de ellos.- Volteo hacia él y me encuentro con una mirada distinta, tiene un brillo en sus ojos que jamás había visto, no puedo creerlo, tan sólo con ello mis mejillas están mas rojas que un tomate :).
-Perfecto- en su rostro se dibuja una sonrisa.
-Sr, sobre a dónde iremos a comer, ¿Puedo reservar en el lugar al que siempre acostumbra?-
-Si así lo desea me parece bien- sonrío
-Muchas Gracias Sr. Sino me necesita más, me retiro-
-Adelante- salgo y al momento de que la puerta se cierra siento un enorme alivio.
****
- Deje esos pendientes para después de comer, perderemos la reservación si llegamos tarde- Está frente a mi escritorio, ¿Cuánto tiempo tiene ahí? No noté cuando salió de su oficina.
- Sólo guardo los archivos y... Ya listo- Tomo mi bolso y me dirijo a él, me cede el paso y bajamos por el ascensor. Estar así de cerca con él, en un pequeño sitio provoca en mi... Eso es estupido, no debo de pensar en eso, ¡Jules tu tienes novio!, me regaño a mi misma. Se abre la puerta y en el estacionamiento nos espera Taylor, el chofer de mi jefe. Entro primero y Taylor me saluda amablemente, seguido de Christian nos dirigimos al restaurante, al que siempre hago reservaciones para él.
Christian me ayuda a sentarme, es un lugar exquisito, sus tallados en madera son muy elegantes. Christian toma asiento y pide una botella, no sé nada de vinos así que me dejaré guiar por él.
Noto que está algo tenso, tal vez necesita decirme algo y no encuentra como hacerlo.
- Lamento haberme portado así con usted ayer, sé que no fue su intención exasperarme. Perdí el control por un momento- su mirada se fija en la mía, el camarero se acerca y sirve unas copas de vino tinto. Cuando se aleja tengo la oportunidad de contestar.
-No tiene por que disculparse, también fue culpa mía al ser tan insistente.- Tomo un pequeño sorbo de mi copa y el camarero aparece de nuevo con el menú, no sé que pedir así que le cedo la decisión a mi jefe.
-¿Puede ordenar por mi?, la verdad es que no sé que pedir- me sonrojo.
-Está bien- ordena mientras tomo un nuevo sorbo de mi copa, un momento después nuestras órdenes llegan. Ha pedido lo mismo para ambos, todo se ve delicioso. Ambos procedemos a comer en un silencio perpetuo.
-¿Es su novio?- suelta, casi me atraganto, no sé a que viene la pregunta.
-¿Quién?- digo algo confundida
-El tipo con el que estaba aquella tarde, afuera de la empresa- su tono de voz es sereno.
-Si, él es mi novio- acaso no es algo personal?.
-Ya veo, y ¿Tienen mucho tiempo juntos?- mi respuesta es indecisa, no sé a que viene esto.
-Poco más de 2 meses- de nuevo está tenso.
-¿Piensa casarse?
¿Qué? ¿Acaso me va a correr si mi respuesta es afirmativa?... Ni yo sé aún eso.
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-Soy tuya, Siempre-
RomanceJulia trabaja en una empresa internacional, su jefe el Sr. Christian es un hombre muy reservado tal vez sólo con sus empleados. Julia tiene pretendientes dentro de la oficina y quizás eso no le agrade a su jefe.