Sr. Grey

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Estoy en la oficina, limpio mi escritorio mientras el jefe no llega. Es un poco tarde, tal vez no venga, corro, grito y bailo si es así :). Jajaja pienso mientras me doy golpes internos al ver que se abre la puerta del elevador y más aún al ver a mi horrible jefe entrar por ellas. Su caminar es decidido, signo de que no viene de buen humor, sus ojos asoman rastros de no haber dormido bien, pasa delante de mi a su oficina y ni siquiera voltea a mirarme, no se diga más un saludo.

Entro tras de él sin ni siquiera tocar, sé que se molestará pero eso no me interesa, me dicta los deberes de hoy mientras ojea una carpeta sobre su escritorio. ¿Por qué no me mira?, cualquiera creería que está molesto conmigo.

Al terminar salgo de ahí, dirigiendome por su café matutino, se lo dejo en su escritorio y mi siguiente paso es retirarme pero él me detiene antes.

-Espere- volteo hacia el

-Digame Sr.-

-Llevese el café, no lo quiero- ese tono no me gusta pero resisto

-Muy bien Sr, ¿Se siente bien?, ¿Quiere que le traiga una pastilla?- ya abrí mi bocota, parece que no puedes dejar de hablar. En ese momento la Sra. Grey entra, la madre del  Sr. Grey es muy linda y sonriente; caso contrario a su hijo.

Amablemente me saluda;

-Buen día Srita- me sonríe

-Buen día Sra. Grey, ¿Le ofrezco un café?- devuelvo la sonrisa

–Asi estoy bien gracias-

-Sr. Grey le traigo alguna pastilla?, se ve mal, tal vez se esté enfermando, o tal vez un té de limón- y de nuevo abro mi bocota, se hace un silencio que abruma, no sé por qué pero estoy asustada.

-QUE NO ENTIENDE?, NO QUIERO NADA, SALGA DE MI OFICINA INMEDIATAMENTE- golpea su escritorio con ambos puños, la Sra. Grey y yo nos quedamos petrificadas. No entiendo el por qué de su reacción y al parecer ella tampoco.

-Muy bien Sr. Compermiso- logro decir y salgo inmediatamente de su oficina.

Termino mis labores y es hora de irme, la Sra. Grey antes de irse se disculpo conmigo por lo sucedido, estoy molesta con mi jefe, yo sólo me preocupaba por él. Acepto su disculpa y me pide que si vuelve a pasar se lo haga saber y en verdad agradezco ese gesto.

Toco la puerta de su oficina para decirle que me retiro, paso y lo hago. Momento seguido y apunto de cerrar la puerta vuelve a detenerme.

-Espere- dice

-Sr.- lo miro

-Olvidelo, que descanse- y pone su atención a los papeles de su escritorio.

-Igualmente Sr. Buenas noches.- y salgo.

¿Debería seguir yendo a trabajar? ¿Habré hecho algo mal? ¿Por qué su molestia hacia mi? Camino hacia el estacionamiento mientras me cuestiono, después de esto lo único que deseo es estar en brazos de Ian.

-Soy tuya, Siempre-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora