Mis días son monótonos, aunque mi rutina me gusta. Cada día estoy peor, en el día apenas pruebo alimento y mis noches, mis noches sólo me recuerdan a él. Hoy es viernes, si, una semana que no tengo noticias de él, >>Quizás él nunca me quiso, Quizá sólo fui un juguete para él
-Srita- interrumpe mis pensamientos el hombre más extraño y reservado del mundo, nuestro mundo.
-Digame- me levanto con torpeza.
-¿Está usted bien?- >>¡No! Mi corazón está hecho mil pedazos
-Si, Sr. Es sólo que me distraje. Disculpe- mi móvil suena, típico sonido de un texto. >¿Será él?< Ignoro por completo a mi jefe. El alma vuelve a mi cuerpo al ver el remitente, no espero ni siquiera un segundo para abrir el texto.
De: Ian
Julianne, espero estés bien. Sólo te escribo para dar por terminada definitivamente nuestra relación. Tengo a mi lado a una mujer que es eso, una mujer en toda la extensión de la palabra, sin miedos y decidida a darme lo que tanto anhelo, sí, está esperando un bebé. El bebé que tanto he deseado. Lamento el tiempo que estuve contigo.
Fue tiempo perdido.
>>¡NO! ¡¿Porqué carajos dice eso?, ¿Acaso no estar preparada es no ser mujer?! El sonrojo que había adquirido mis mejillas hace un momento se esfumo
-Necesito que ponga los pies en la tierra, Srita.- interrumpe mis pensamientos.
-Si, claro, disculpeme- trato de tragarme todo mi dolor.
-Tenemos varios pendientes, ¿puede traerme una taza de café muy cargado?-
-Lo tendrá en un momento- me levanto -¿Se le ofrece algo más?-
-Sólo eso-
Todo me da vueltas, mi estomago está hecho un nudo. Nunca creí sentir éste maldito dolor, ¿Cómo pude creerle? ¿Cómo pude ser tan idiota? De seguro habrá follado con ella tantas veces burlandose de mí, seguramente ella tendrá la experiencia que a mi me hizo falta. No puedo evitar de nuevo aquellas lágrimas que creí se habían secado.
-Aquí está su café Sr.- Finjo una sonrisa.
-Ya ha hablado con el personal de España- "España" donde creí que el amor de mi vida me extrañaba y aguardaba volver para estar sólo a mi lado.
-Sí, me han confirmado que todo va bien. El único lugar que necesita atención es Alemania. También he confirmado los pasajes de avión para el próximo lunes-
-Perfecto- levanta la cabeza y me sonríe, después de tantos meses es la primera vez que veo su sonrisa. Sus labios son de aquellos que te invitan a besar, con sólo mirarlos por un segundo. Devuelvo la sonrisa y cuando estoy a punto de darme la vuelta para ir hacia mi lugar, pierdo el conocimiento. Aunque quiero abrir los ojos no puedo, me pesan demasiado.
-¿Cómo estará doctor?- aquella voz parece la de un ángel, dulce pero excitante.
-Tuvo una descompensación, no es grave pero debe de guardar reposo- logro abrir los ojos, veo hacia todos lados aún borroso y ahí está él, -Eres hermoso, ¿acaso eres un ángel?- logro articular, aquel ángel me mira y una hermosa sonrisa lo hace aún más perfecto.
-No soy un ángel, soy tu jefe- ríe- aunque gracias por el cumplido- me encuentro recostada en el sofá continuo a nuestros escritorios. No tengo donde hundir la cabeza, después de lo que acabo de decir no sé cómo mirarlo.
-Creo que metí las dos ¿verdad?- muerdo mi labio inferior.
-Todo está bien, ¿Cómo se siente?- está sentado a lado mío.
-Bien, ¿Qué fue lo que sucedió?- Me siento.
-Se desmayo, el Dr. Dijo que solo es una descompensación, bueno pero hubo algo que me pregunto y no supe responderle- me mira expectante.
-¿Qué cosa?-
-¿Está embarazada?
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-Soy tuya, Siempre-
RomanceJulia trabaja en una empresa internacional, su jefe el Sr. Christian es un hombre muy reservado tal vez sólo con sus empleados. Julia tiene pretendientes dentro de la oficina y quizás eso no le agrade a su jefe.