32 🥀❤️

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Angela.

T: que bonita eres - Tarifa estaba con la bebe en brazos, yo con el móvil en la mano con la pantalla apagada. Los chicos hacía poco que se habían ido.

A: Tarifa - lo llamo en susurro - ¿tu crees que soy debil? - no quería llorar pero no podía aguantarlo.

T: Dios Angela - recuesta a la bebé con cuidado en la cuna del hospital - no eres débil, eres todo lo contrario. No se quien te ha echo creer eso, pero es mentira.

A: he sido yo - el me mira y se acerca a pasos lentos - creo eso.

T: pues estás equivocada - posa su mano en mi barbilla y acerca sus labios a los míos, hacia tiempo que no nos besabamos de esa manera y ninguno quería separarse. Después de el largo beso Tarifa decidió ir a la cafetería que hay cerca para traerme algo para picar..

Decidida abro el mensaje de mi padre:
"Angela, por dios, es un milagro, me alegro de que me hables, no sabia nada de ti, intente saber donde estabas pero nadie me contestaba, por cierto, me entere hace poco de lo de tu tía y de lo que te hacía, creo que deberíamos vernos y hablar las cosas, y si quieres, conocer a mi esposa e hijos"

El mensaje no era tan malo, de echo sentí un alivio al leerlo. Rápidamente le escribí un mensaje donde le puse llamame a este número. Eran las 10 de la noche, pero eso no fue problema para que mi móvil empezará a sonar.

A: papá - susurro, escucho como el suspira.

R: dios mío hija, hace años que no escucho tu voz - asiento.

A: lo se papa - respiro profundamente - tengo que decirte tantas cosas. Me voy a casar, tienes una nieta, demasiadas...

R: que alegría hija, yo sigo en Valencia, solo que en una casa diferente - habla rápido.

A: papá, me gustaría ir a verte, pero mi hija acaba de nacer y no creo que un viaje de tantas horas sea lo adecuado.

R: es cierto, ¿por cierto donde vives?

A: en Andorra - mi padre y yo hablábamos de bastantes cosas, pero algunas eran necesarias ser mostradas, como Laia o su esposa. La llamada duro 10 minutos y nada más colgar entra mi hermoso novio a la habitación.

T: cuanta cola, siento tardar - me da una bolsa de doritos y se sienta a mi lado.

A: he hablado con mi padre - abre los ojos y me mira asustado - tranquilo - relaja un poco su cara, hemos quedado bien - le sonrió.

T: ¿seguro? - pregunta mirándome.

A: bueno, va a venir - el vuelve a poner su cara de miedo - que no va a pasar nada - me levanto - espero - susurro.

Me acerco a la cuna y miro a Laia, tan pequeña y tan bonita, supongo que al ser su madre la veré siempre mejor que los demás, pero nunca se sabe.

T: ¿y cuando vendrá? - pregunta curioso.

A: dijo que dentro de una semana, que sus hijos tienen vacaciones.

T: claro - pasamos unas horas en el hospital y por la tarde nos dieron el alta, con Laia en brazos y el bolso de ella en los de Tarifa salimos del hospital, Virus nos había echo el favor de ponerle la sillita de bebes al coche de Tarifa. La ato con cuidado y vamos a la casa.

R: pero bueno... - alarga la última letra - los nuevos papis - estaban todos los de la casa en el sofá, Rubén, Satu, Virus y Laura - a ver, a ver - Tarifa se arrima con la niña en brazos y se la enseña a todos.

L: ¿Y tu que tal? - pregunta sonriente.

A: bien - respondo feliz - voy a dejar esto - señaló el bolso y subo las escaleras.

Subo las cejas al ver una cuna en la habitación.

T: la montaron Satu y Rubén mientras no estábamos - aparece por detrás y deja a Laia en nuestra cama.

A: hola - le hablo a la pequeña - mira que feliz - estaba despierta y hacía caras raras.

T: Angela - le miró y está con su móvil en la mano - mis padres llegarán dentro de poco, es que nada más dije que estabas de parto rápidos cogieron a Samuel y a Rubén y los metieron al coche - me río y vuelvo a mirar a Laia - no puedes dejar de mirarla, ¿verdad? - niego riéndome.

A: Tarifa, que esto es nuestro, osea la hemos echo nosotros - le miro - aún estoy que no me lo creo.

T: es que es algo increíble Angela - suspira - Nunca podría habérmelo imaginado.

A: Te quiero - susurro y le miro.

T: yo te quiero más - se acerca y me empieza a besar, pero nos separamos rápidamente al escuchar el lloro de Laia.

A: no llores - la cojo en brazos y la empiezo a mover de un lado al otro calmandola.

V: TARIFA - se escucha un poco el chillido de virus - ESTÁN TUS PADRES. - salimos de la habitación y vemos a los padres de Tarifa y a sus hermanos.

G: pero bueno, ¿quién es esta cosa tan mona? - la madre de Tarifa, Guadalupe, se acerca a coger a Laia en brazos, estaba muy feliz viendo como los padres de Tarifa miraban con cariño a mi hija, su nieta. Rubén y Samuel se acercan a la bebé y empiezan a acariciarla.

Rubén ya había crecido, demasiado desde que lo conocí, tenía 14 años casi 15, íbamos siempre a sus cumpleaños, también a los de Samuel, el tenía 20, mientras que el mayor de todos hablaba con sus padres ya tenia 24.

Había pasado el tiempo volando, y de verdad, no quiero que esto acabe nunca.

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Siento decíroslo así como si nada, pero quedan pocos capítulos para acabar la novela, le echo unos 3 o 4.

Lo siento por esta noticia 😢❤️

Os quiero ♥️♥️

A.

Etéreo (bytarifa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora