Capítulo 8

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Por asuntos familiares los 13 no pudieron celebrar o reunirse después del que el partido acabo, Kuro no estaba tranquilo con eso así que llamó a Sora para preguntarle qué había pasado entre Ren y Yuu, pero ni el peliazul lo sabía, solo le dijo que cuando se reunieron en el estadio el par estaba como siempre y cuando se cambiaron los noto distante, Kuro suspiro y recordó las palabras de Tsubasa, él no era nadie para controlar las vidas de sus amigos, pero esa no era su intención, solo quería paz, nada más, aquello era algo poco común entre su familia, sus padres eran hombres poderosos y peligrosos, su casa parecía una cárcel con tanto seguridad, vivir las locuras cotidianas con sus amigos era algo que lo relajaba un poco, hacía que se olvidara de sus problemas, si ellos estaban mal, él estaba mal y si él estaba mal ellos no tenían por qué estarlo.

-solo soluciónalo-miro a su padre, quien estaba en la puerta de su habitación mirando unos papeles que tenía en las manos.

-¿disculpa?-pregunto, el hombre ni lo miraba.

-si algo te molesta, soluciónalo-dicho esto siguió su camino.

-¿podrías ignorar mis problemas para que te pueda odiar?-sonrío cuando oyó una carcajada de su padre.

Kuro bufo y empezó a planear lo que haría, para eso el campamento le quedaba como caído del cielo, empaco sus cosas y fue a hablar con Cheng, quien como supuso estaba supervisando la seguridad, le pidió un par de cosas para mañana y se fue a dormir, hoy no hubo video llamadas con el grupo, sabía que el motivo era Ren, quien era el que lo iniciaba la mayoría de las veces.

Eran exactamente las 4 de la mañana cuando Atenea entro al cuarto de su hermano para despertarlo con un susto, pero grande fue su sorpresa cuando se encontró con el rubio despierto, vestido y peinandose, Ren estaba terminando de hacerse una trenza cuando Atenea entro, la chica lo miro como si fuera un bicho raro, pero él la ignoro.

-¿Cuándo te mueres?-pregunto aun en shock.

-siempre me levanto temprano-la chica negó.

-eso lo sé, pero ayer te fuiste a dormir muy tarde y ya estás despierto, ¿Qué paso con la ley de 8 horas de sueño de belleza?-Ren suspiro, agarro un pañuelo y se limpió la zona por debajo de los ojos mostrando unas marcadas ojeras.

-no dormir nada, ni un minuto-confeso, no era bueno mintiendo y menos a su hermana, así que opto por decirle la verdad.

-¿es por lo que paso en el partido con Yuu?-pregunto mientras le ayudaba al otro a volverse a maquillar las ojeras, sin preguntar porque lo hacía, pues era claro que Ren no quería preocupar a los demás.

-no me menciones a ese...olvídalo, ni siquiera lo puedo insultar como antes-suspiro.

-niños, Kuro ya llego por ustedes-la voz de Atsuya se escuchó.

-no se lo digas a nadie-pidió.

-promesa de hermanos-los dos se abrazaron y salieron de la habitación junto la maleta del rubio.

Se despidieron de su madre, quien pudo notar a su hijo mayor decaído, pero cuando iba a preguntar Ren salió como un rayo seguido por su hermana, se encontraron con el resto junto a dos camionetas, pudieron distinguir a Cheng en una, se miraron y suspiraron, estaban seguro que su tío Yuto lo había mandado para que los vigilara.

-¿no crees que está muy temprano?-Ren se acercó a Kuro.

-en realidad esta tarde, pero no pasa nada si no interrumpí tu sueño de belleza, ¿cierto?-Ren bufo, supo que el castaño sabia de su condición.

-¿Qué eres? ¿un maldito brujo?-pregunto sin esperar respuesta.

-vamos, que hace frio-Ryuu renegó mientras se subía a una de las camionetas.

Conviviendo Con Famosos: Una vida de PadresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora