Ayúdame.

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El Tigre sonrió mostrando sus colmillos y alzando los pocos bigotes que le quedaban, ningún omega le habia dicho que era hermoso.

Incluso ahora que se sentía tan desplazado por ser un delta, pensaba que para su omega sería menos atractivo a haber perdido casi su vitalidad que le daba su estatus original.

- Gracias, tu pollito también es bonito.

Jimin se sonrojo y se escondió aún más en su pelaje, comenzó a acariciarlo y lo notó áspero y sin color, empezó a asustarse.

- ¿Gatito, estas enfermo? ¿Cómo Yoongi?

- Uhmm algo así, pero si estas conmigo mejoraremos ambos.

- ¿Cómo? - preguntó Jimin mirándolo cómplice.

- Tienes que ayudarme a tomar el control del cuerpo de Yoongi, por ahora solo puedo salir en mi forma animal y eso me quita muchísima energía.

Jimin lo miraba, lo admiraba de arriba abajo, asintiendo a todo lo que le pedía.

- ¿Qué debo hacer?

- Cuidarme, ahora que estoy en esta forma, Yoongi esta muy débil, ha tratado muchas veces de hablar conmigo pero antes de hacerlo se da por vencido.

Jimin tapó su boca.

- ¿No está luchando?

El Tigre negó.

- Ni un poco, parece que no le importa ser un delta, claro como el que muere soy yo y no él.

- No no no, si usted muere, mi pollito también y si mi pollito muere...

- tu mueres y Yoongi muere.

Jimin tocó su corazón asustado intentando calmar sus crecientes temblores.

- ¿Qué debo hacer para que te hagas fuerte?

- Ayudame a tomar conciencia del cuerpo de Yoongi - Jimin lo miro sospechoso.

- ¿Por qué? - lo cuestionó.

- Porque sólo así puedo recuperarme, como ex alfa necesito volver a proteger, a luchar y tengo que marcar a un omega pero todo tiene sus pasos - Jimin sereno su rostro.

- ¿Y cuáles son? - preguntó curioso.

- No lo sé, debo regresar a Daegu a hablar con los ancianos  para saberlo - le dijo.

- ¡Yo voy contigo! - el Tigre negó.

- No, el nuevo líder hará todo porque yo no regrese a mi estatus - le dijo - los tigres de bengala tenemos una leyenda con la luna, ¿Lo sabias pollito?

Jimin negó.

- Hace muchos años, todos eramos color naranja, pero hubo uno que nació blanco, todos decían que era el hijo lunar de diosa y el dios Tigre - comentó - entonces una descendencia de tigres blancos formó su manada.

- ¿Los Min? - asintió.

- Los Min unos de los pocos cambia formas que cuando nos arrebatan injustamente - suspiro - nuestro estatus, podemos volver pero yo no sé más que unos cuantos pasos.

- ¿El resto lo saben los ancianos? - Suga volvió a asentir recargando su cabeza sobre su pata - ¿Por qué saben tanto ellos?

- Porque su maestro fue el primer Tigre blanco - comentó - ellos saben como llegar al palacio lunar a pedir ayuda de la luna.

- ¿Se puede hacer eso? - el Tigre miró a otro lado.

- Sí, es bastante fácil para nosotros los animales pero no para los humanos... Incluso es difícil ahora para mi, yo no puedo ubicarme por feromonas - Jimin entristeció, parecía todo ser tan difícil.

- ¿Por qué no puedo ir? - volvió a preguntar.

- Si saben que eres mi omega, posiblemente acaben con tu vida antes de que yo pueda recuperar mi fuerza.

El Tigre se recostó y cerró sus ojos.

- ¿Estás cansado? - suga gruñó - está bien, me iré.

- Tengo hambre pollito, ¿no tienes carne cruda por aquí?

Jimin asintió.

- Compre unos filetes el otro día - le dijo - pero están congelados...

El Tigre sacó su lengua en desagrado haciendo reír al pollito.

- Los pondré a descongelar en agua caliente - el Tigre asintió mientras se ponía sobre sus patas.

- ¿Puedes ayudarme dándome un baño y peinando mi pelo?

Los ojos de Jimin brillaron.

- ¡Claro! - dijo contento mientras lo llevaba hacia la tina del baño.

- Agua fría o caliente.

El Tigre eligió caliente y Jimin empezó a llenarla.

- Entra conmigo - Jimin negó.

- Eres muy grande, no quepo.

- Bien - dijo enojado - cómo quieras.

Entonces Jimin noto el enfado y se enternecio.

Tomo la regadera movible y empezó a mojar su pelaje, le puso el mismo shampoo que cuando baño a Yoongi y empezó a rascarlo con sus uñas.

- rrrhhrrrhrrhhh - comenzó a ronronear - allí, allí...

Jimin empezó a reír y rasco tras su oreja como el Tigre le pidió.

Jimin lo tomó de la cabeza y lo volteo para besar su nariz rosada.

- Gatito bonito - le dijo pomposo - ahora hueles a limpio.

- Yo siempre estoy limpio - le dijo - solo que no he tenido ánimo de limpiarme.

- Limpiarse no es lamerse la mugre, puaj - dijo Jimin cerrando un ojo y sacando su lengua.

Sí, todo esto en la madrugada, pues mágicamente el sueño dejó el cuerpo de Jimin tan pronto como llegó.

HOMELESS | YM. | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora