HOMELESS | YM. | EDITANDO

SEED

*Advertencia; ya saben que mi lemon, lime, smut o como sea, apestaaa...

- Que... que... que por qué me tocas allí - el pollito se levantó.

- Por allí es donde tenemos bebés...

- ¡Qué! - el pollito asustado abrió los ojos - ¡Esto no venia en el trato Jiminnie!

- ¿Cuál trato?

- Nin... Ninguno, vamos vamos, tengamos bebés...

El tigre no muy seguro acepto con cierto recelo, cargo al pollito y lo sentó en sus piernas para que estas lo abrazaran del torso, el pollito asustado comenzó a temblar levemente.

- ¿Tienes miedo? - pregunto el tigre acariciando su espalda de arriba a abajo, lento y con amor para tratar de hacerlo calmar.

- Estoy nervioso - escuchó un suspiro - ¿y si lo hago mal?

El tigre sonrió mientras besaba su mejilla.

- No importa - susurró en su oído - habrá otras ocasiones para hacerlo mejor.

El pollito sonrió y lo abrazo por el cuello.

- Está bien - suspiro - hagámoslo.

El blanco asintió y comenzó de regar besos desde su cabeza hasta su cuello, con sus manos acariciaba lentamente su espalda, y apretaba de vez en cuando su cadera para notar si estaba tenso o relajado.

El pollito se enderezó y lo tomo del rostro para darle un dulce beso, ambos entre suspiros y chasquidos entregaban su corazón,  besos en las mejillas, parpados y labios.

Poco a poco el tigre sentía su calor y el contraria subir, sus muslos comenzaban a sentir el liquido que producía la entrada del pollito y también su miembro palpitar junto a otro más pequeño, el pollito de vez en cuando se movía haciéndolos rosarse, suaves gemidos salían entre los suspiros.

- No te alarmes bebé - el pollito asintió sintiendo la mano de su pareja pasar hasta su culo, sintió los dedos hacer leves círculos en su entrada, poco a poco el tigre metía un dedo que comenzó a sacar y meter despacio para poder meter otro.

- ¿Se siente bien? - pregunto mientras que con la otra mano retiraba los cabellos rubios que se pegaban en la frente del pollito, este asintió mientras mojaba sus labios con su lengua.

- Continúa - le pidió y el tigre comenzó a palpar su interior, abriendo  cerrando la tijera que formaban sus dedos, el pollito apretaba los dedos de sus pies y de sus manos en la espalda de Yoongi, daba leves saltos por la pequeña incomodidad de la nueva sensación.

Pronto sus mejillas se acaloraron y se volvió gelatina en los brazos ajenos, olas y olas de calor comenzaban a golpearlo, lubricante comenzaba a brotar más y más de su entrada hasta que comenzó a gotear incluso de la mano del tigre.

- ¿ Estás listo ? - asintió - bien - lo besó mientras lo levantaba levemente para acomodarse dentro de él.

- Ouuch - se quejó - no, no, no entrará - dijo asustado el pollito y haciendo reír al tigre.

- Si entrará - sonrió besando su mejilla - Solo relájate bebé - lo beso.

Tomó su miembro y poco a poco volvió a intentar meterlo, primero apretando la punta para que entrara sin problemas, gruñó al sentir el calor interior arroparlo, centímetro a centímetro disfrutaba de la dulce agonía que el pollito dejaba en sus oídos.

-  ¿Duele? - negó, entonces este lo sujeto de las caderas para meterlo entero y comenzar a moverle en un vaivén,  empujaba unos centimetros las nalgas del rubio y con sus grandes manos volvía a apretarlas en su dirección.

Estaba tan apretado, caliente y húmedo que sentía su mandíbula tensarse, no saldrían los dientes pero la sensación era tan similar.

El pollito soltaba leves quejidos, gemidos y suspiros a medida que lo metía y sacaba, sentia las uñas rasgar la piel de su espalda y su miembro ser apretado en su interior.

Desesperado y un poco impaciente lo tomo duramente de las caderas haciendo posible que sus dedos quedaran marcados allí y comenzó a manejarlo cual muñeco de trapo para penetrarlo, rápido muy rápido haciendo al pollito chillar.

- Me haré pipí - dijo el pollito sonrojado y apretando sus deditos - para, para

El tigre negó, sus ojos dilatados solo buscaban su liberación, sentía su punta incluso llegar a golpear una pared, quizá lo estaba haciendo muy duro pero eso no le importó.

Subió una de sus manos y comenzó a apretar un rosado pezón del pollito, el cual por la sensación mordió su hombro, lo pellizcaba y jalaba haciendo que el pollito tensara y apretara su polla dentro de él.

Harto de esa posición se retiró y lo arrodillo en la cama, lo tomó de los cabellos para hacerlo enderezar y después lo sostuvo del cuello mientras que con la otra mano acomodaba de nuevo su polla dentro, una vez cómodo lo sostuvo del cuello y el vientre para comenzar a golpear dentro.

En el vientre del pollito podía verse levemente y si ponías atención una montana aparecer y desaparecer mientras hilos de saliva brotaban de los dulces labios pomposos del rubio.

Sujeto del vientre el cual estaba siendo apretado sintió su cabeza dar vueltas, ¿es así como se sentía el amor? como algo enloqueciendote lentamente.

Pronto su vista se nubló, no aguanto más y chorros de lubricante brotarón de su interior indicando que había llegado además del liquido blanco que su pequeña polla escupió en la cama, el tigre al ver esto se apresuro yo comenzó a tomarlo cada vez más y más rápido hasta que también llegó a su propia liberación

Entonces el pollito gritó - no, no, sacálo, me duele ¿por qué me duele?

Las espinas naturales del pene de los felinos estaban apareciendo, así se encargaba de asegurar su preñez, el tigre con cuidado dejo de moverse y sintió sus espinas anclarse en el interior del pollito que comenzaba a llorar del ardor.

- No me dijiste que me dolería - dijo tratando de aguantar el dolor mientras sentía líquidos llenar su interior.

-  Pensé que lo sabias - contestó - esperemos a que baje ¿si? no te muevas bebé, no quiero desgarrarte.

- Ugh vas a tener que cambiar los pañales de nuestro bebé - contesto quejándose mientras poco a poco se dejaba acostar por el tigre.

Esperaron unos 5 minutos cuando las espinas comenzarón a desaparecer.

- Perdón mi amor - sonrió besando sus mejillas - haré lo que me pidas.

- Dame besitos aquí - señalo su boquita, sus ojos, sus mejillas, su frente y su nariz.

El tigre sonriendo acepto y comenzó a llenarlo de besos por donde fuera, mientras el pollito reía enamorado y con un poco de semen goteando de su entrada.