Un desliz homosexual (+18).

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Jungkook


Cercano a las nueve, se comenzaba a arrepentir sobre eso de salir con Jimin. El ajeno tenía razón con lo de que necesitaba distraerse, pero a su vez le causaba cierta culpa el hacerlo mientras Taehyung posiblemente lo estaba pasando mal. Claro, eso suponiendo que aquel siguiera con vida. 

El tiempo pasaba volando entre su propia indecisión que ya tenía a Jimin esperándole afuera. Aun estaba a tiempo de desistir de la idea que por alguna razón, le tuvo entrando en el recinto casi sin darse cuenta. Jimin le había estado hablando durante el corto camino de unos 45 minutos, mismos en los que el se quedó mirando hacia afuera por la ventana que correspondía al copiloto.  Su mente parecía abandonar su cuerpo por tanto pensamiento en la cabeza.

—Hey, Jungkook. Más te vale que me hagas caso. —recibió el reproche de Jimin. Estaban sentados en la barra, bebiendo vodka. 
—Te estoy haciendo caso, tanto así que me tomaré esto por ti, tú no puedes hacerlo porque estas conduciendo. —sin darle tiempo de reacción, vació el vaso que correspondía al ajeno; dejando solo los hielos. Cerrando sus ojos por el amargor y cierto ardor en la garganta. 
—Supongo que esta noche tendré que cuidar de ti. —pronunció Jimin, palmeando suavemente la espalda de Jungkook, mismo que apenas le observó de reojo para entonces seguir bebiendo de su propio vaso. 
—Creo que hubiera sido mejor beber en casa, no tendríamos que gritar ni tampoco habría tanta gente. —Jimin rió. 
—La idea que se salieras de casa era precisamente para que escucharas música y convivieras con otras personas. Estas demasiado encerrado y con lo de Taehyung es una suerte que no te hayas deprimido. Por cierto, ¿viste su vídeo? —tardó unos segundos en darse cuenta de que estaba hablando demás. —Obviamente lo viste, si te lo enseñaron en la conferencia... perdón. —fue una disculpa sincera que hizo a Jungkook asentir.
—No pasa nada, es parte de todo el rollo ese. Por cierto, ¿dónde esta el baño? —aquel observó a los alrededores, pero al no estar precisamente cerca no divisó el baño.
—Por acá, te llevo. —Jungkook no opuso resistencia. Si bien, ebrio no estaba, estaba algo mareado. 

No les tomó mucho tiempo el llegar al baño, topadose con una escena inesperada de sexo entre una mujer y un hombre mayor. Jimin entreabrió sus labios por la sorpresa, mientras que a Jungkook pareció no importarle y siguió con lo suyo en dirección urinal. Cosa que su vejiga le agradeció. Al terminar con ello, se lavó las manos mientras a Jimin le causó gracia el que se le cortara el rollo a la apasionada pareja; topandose con una mirada de pocos amigos por parte de la mujer que inevitablemente le recordó a Natalie.

—¿Estás bien? —Jimin le preguntó mientras Jungkook le observaba a través del reflejo del espejo en silencio.  Aprovechando la oportunidad de analizar las facciones de Jimin, a detalle en cuanto se volteó en busca de la mirada directa de aquel. Tenía ciertas similitudes con Taehyung que apenas entonces notaba. 

Alzó la diestra y la posó con suavidad en una de las mejillas ajenas, siendo el pulgar el que acarició la zona en un acto cuidadoso tanto como lento. Casi como si creyera que el tacto más brusco sería capaz de causarle daño.  Acción que no comprendió Jimin.

—Jungkook, ¿estás bien?  —el tacto llevó que el pulgar avanzara en dirección a los labios ajenos, ejerciendo ligera presión en el inferior. Aprovechando el grosor de los mismos. 

—¿Cómo se supone que este bien después de todo lo que a pasado? —pronunció en un tono más ronco, mientras la acción sobre sus labios permanecía al punto de que sus labios fueron forzados a ser entreabiertos. La yema del pulgar quedó apoyada sobre los dientes, mientras que la base sobre el labio. Era cosa de que Jimin abriera un poco más la boca y el pulgar descansaría directamente sobre su lengua. Sin darse cuenta Jungkook, estaba llevando las cosas  a favor de Jimin. 


Jimin

Contuvo el aliento mientras analizaba la situación, podía dejarse llevar por la situación ya que era Jungkook quien le estaba buscando. Pero, eso de alguna forma sería aprovechar la situación lo que le hacía dudar.

El silencio se hizo presente, con ello sintió mayor presión sobre su labio mientras sentía la mirada atenta del ajeno. Aquel le estaba dando una orden silenciosa que no tardó en comprender y con ello cedió. Sus labios se entreabrieron recibiendo el pulgar, mismo que envolvió con sus labios en un jugueteo obsceno, húmedo, que le tenía chupando el pulgar con sumo descaro y hambre. No porque el estar chupando el dedo le causara algo en especial, pero podía entender que al ajeno si le causara estragos, más si usaba la imaginación y remplazaba ese dedo por la polla de este.  Jungkook suspiró y sus sospechas eran ciertas. Seguía sin llamarle el follar con un hombre, pero, podía aceptar el regalarle una mamada. 

—Ven acá. —pronunció apenas dejó en paz el pulgar para entonces encerrarse junto a Jungkook en uno de los cubículos en búsqueda de algo de privacidad. Tras ello no tardó en arrodillarse y abrir el pantalón de aquel; topándose con el pene semi erecto, cosa que le hizo creer que efectivamente estaba teniendo estragos sobre aquel.

Esa iba a ser su primera vez chupando una polla. 

La observó pese a que la poca luz lo volvía una tarea difícil, no titubeó más y comenzó con las primeras lamidas. Algo tímidas, como tanteando terreno; no olvidando el que hace poco Jungkook había orinado por lo que el sabor amargo de la orina seguía presente. Sabor que fue desapareciendo  a medida las chupadas se volvían más reiterativas mezcladas con su saliva en la que pronto se volvió en una garganta profunda por accionar de las manos ajenas sobre su cabeza. Impidiéndole la libertad de movimiento que le hizo atorarse. La tos no tardó en hacerse presente mientras sentía sus mejillas arder en un sonrojo por el esfuerzo que significaba contener la respiración mientras tenía la boca llena de la que ahora podía llamar erección.

Su mirada se alzó en busca de la aprobación ajena, percantandose entonces que aquel apenas le miraba. Estaba más tiempo con los ojos cerrados. 

—Es mi primera vez, por si no lo hago... 
—Shh, sigue, vas bien. —Jungkook pronunció inmerso en sus propios pensamientos mientras Jimin se comía nuevamente su polla de manera golosa, no tardando en producirse el sonido acuoso al ser su boca follada. Siendo al ajeno al que no le pareció importar el que había más gente en el baño. 

Nuevamente se sentía atragantado por la erección ajena por causa del control que llevaba aquel con sus manos aferradas a su cabeza, llegando a tirantear un par de hebras de cabello. Situación que cesó en cuanto sin previo aviso sintió un sabor diferente en la boca. Estaba recibiendo el semen de Jungkook sin consideración alguna; optando por tragar, no es que tuviera demasiadas opciones.  El agarre fue liberado y con ello nuevamente la tos.

Su mirada de reproche iba de lleno sobre Jungkook, mismo que se recuperaba del reciente orgasmo mientras Jimin se volvía a poner de pie, dispuesto a salir cosa que Jungkook no pareció querer permitir al llevar ambas manos contra la puerta. Apoyando las palmas que entonces impidieron que el saliera, a su vez siendo acorralado al quedar entre ambos brazos; dandole un escalafrio el sentir a Jungkook tan cerca.

—Aún no acabamos. —claramente escuchó el susurro, mismo que le provocó nerviosismo. 
—Claro que si, te la chupé hasta que acabaste; eso debería de ser suficiente.  —de reojo intentó observarle, pero estaban tan cerca que prefirió seguir mirando hacia la puerta. 
—Sería así si fueras cualquier persona, pero, ahora que te he observado bien estas... —oh, mierda, se acababa de meter en la boca del lobo. Un lobo con los instintos bien despiertos. Sintió como su abdomen era acariciado con lentitud, eso hasta que descendió hacia la pelvis y de lleno le apretó la entrepierna.
—¿Estás de broma? piensa en Taehyung. —intentó zafar de la situación, situación que el mismo había buscado pero se había arrepentido tan rápido como había comenzado. Chuparle la polla era una cosa, pero dejar que se la metiera por el culo, eso estaba lejos de llamarle. 
—Qui-quietas esas manos.  —se apresuró en llevar la diestra  sobre la ajena y quitarla de su entrepierna mientras sus hombros se encogían por ciertas cosquillas que le provocaba el sentir el aliento masculino en la cercanía de una de sus orejas.  Era una zona erógena, imposible que no le causara nada y sabía que el ajeno no tardaría en darse cuenta.
—¿Por? —comenzaba a entender el juego de Jungkook.  Lo que hizo que se quedara en silencio mientras comenzaba a descubrir nuevas sensaciones al ser una de las rodillas ajenas la que de coló entre sus piernas, rozándole la entrepierna desde abajo.
—Tú sabes, lo estas haciendo a propósito. 
—¿Qué es lo que sé? hasta donde recuerdo, eres hetero, pero me acabas de comer la polla y ahora te tengo suspirando entre roces.
—¡Es normal! —no tardó en reprochar.
—Sí, es normal, si es que fueras homosexual o bisexual. Pero, no recuerdo el que tuvieras abierto a esas posibilidades. —odiaba tanto que Jungkook le sacara esas cosas en cara. 

El idol que desapareció.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora