Capítulo 12: Regreso de Jungkook.

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Entre bostezos Jungkook regresaba al mundo de los vivos, se sentía jodidamente cansado, casi como si no hubiera dormido nada. Supuso entonces que era cosa del estrés por todo lo que estaba viviendo.

Se levantó y fue por un café, mismo que le hizo arrugar la nariz al estar demasiado amargo. Pero tenía el pensamiento de que si el café no estaba amargo, no era café. Con la taza a medio tomar, fue a la ducha como lo hacia de rutina, tan así que ni cuenta se dio de las marcas que habían en su cuerpo por los encuentros sexuales entre Dieter y Taehyung, al ser Jungkook el que desconocía la existencia de Dieter.

Minutos después ya estaba vestido y de camino a la agencia. Desconocía por completo el haber estado desaparecido por un mes. Lo ultimo que recordaba era el haberse ido a dormir el día anterior. Quizás aquello sería el inicio que le daría a entender que ando raro estaba ocurriendo. 

Manejó sin prisas, estaba a buena hora, pese a que seguía cansado y cierta dificultad que había tenido para levantarse. Un nuevo bostezo escapó de sus labios y entonces decidió encender la radio para escuchar algo de música. Necesitaba distraerse un poco, cosa que definitivamente haría una vez terminara el ensayo programado. 

Minutos después estaba en la agencia, notando la sorpresa en la gente que transitaba en el lugar. Demasiada sorpresa, aquellos no eran fans, eran colegas, estaban demasiado acostumbrados viendole diariamente como para que su presencia les alterara el animo de alguna forma.

—¡Oh, Jungkook! —un abrazo fuerte, demasiado apretado pareció querer robarle el aliento. Era Jimin quien estaba demasiado feliz por su presencia. 
—Hola, me asfixias. 
—¿Dónde estuviste metido todo este tiempo? te extrañé, en verdad te extrañé. —Jungkook palmeó suavemente la espalda ajena. 
—Que exagerado eres, ayer nos vimos. ¿Y dónde iba a estar? en mi cama, durmiendo, aunque estoy jodidamente cansado.  —pronunció de manera despreocupada.
—¿Ayer? ¿Estás bromeando? —el abrazo cesó en cosa de segundos, mismos en los que Jimin buscaba respuesta en el rostro ajeno. —No, no estas bromeando. —no tardó en llegar a la conclusión por la nula tensión en la expresión de aquel. 
—¿Por qué bromearía en algo así?  estaba en ca...
—¡Jungkook! —el manager del idol entraba de manera efusiva, envolviéndole también en un abrazo que también pareció buscar robarle el aire. 
—¿Es mi cumpleaños? —intentó encontrar una respuesta razonable ante tanto gesto de cariño. 
—¿Dónde te habías metido? creí que te había pasado algo... 
—¿Tú también? estuve en casa, dormido. 
—¿Un mes? y fui a tu casa, estaba vacía. —la expresión en el rostro de Jungkook cambió a uno de evidente sorpresa.
—¿Qué están tramando? —les preguntó a ambos, siendo Jimin y el manager los que se miraron mutuamente.  —¿No es una broma? —al parecer no lo era.

Ambos fueron a la oficina que correspondía  a la del manager, siendo un lugar más privado en el que podían hablar con tranquilidad. Normalmente serían solo ellos dos, el idol y el manager, pero Jimin ya tenía la confianza de Jungkook por lo que no le aproblemó el que estuviera presente. 

Los minutos pasaron y Jungkook comenzaba a creer que en verdad le intentaban jugar una broma, eso hasta que vio los informes en la noticias similares  a los que había tenido Taehyung, ¿había quizás alguna relación?

—En verdad no recuerdo haber salido de casa. —insistió. Por lo que los ajenos terminaron por creerle. —Y supongo que esta cancelado el ensayo. 
—Lo esta. —pronunció el mayor. —Aunque mañana tendrás que venir de nuevo a una conferencia de prensa, cuando ya sepamos que cosa inventar por tu mes de desaparición.
—Di que me tomé vacaciones obligadas, o que enfermé. —el idol le bajó el perfil a la situación porque seguía sin creerlo del todo. Tras ello salió de la oficina, olvidando por segundos la presencia de Jimin; mismo que le siguió el paso. 

Ambos se subieron al vehículo de Jungkook, sin embargo fue Jimin el que manejó en dirección al departamento ajeno. Una vez ahí y tras estacionarse, ambos entraron al edificio. 

—¿En verdad no recuerdas nada? —Jimin le preguntó apenas dieron unos pasos dentro del hogar ajeno ante la posibilidad de que aquel le hubiera mentido al manager.
—No mentí. Y como vi que ustedes tampoco... quiero saber que fue lo que pasó. Más cuando a Taehyung puede estar viviendo lo mismo. —Jimin se quedó pensativo. Más de lo que abría deseado. 

El silencio se hizo presente entre ambos.
Un silencio un tanto incomodo. 

—Si quieres comer o beber algo, puedes ir al refrigerador, la verdad es que estoy cansado y quiero dormir un poco. —el bailarín asintió a las palabras ajenas mientras le observaba subir las escaleras. Aquel departamento poseía segunda planta, pero abierta. Por lo que desde abajo se podía observar lo que sucedía en la planta sin tener la necesidad de subir.  Percatándose entonces el el idol en verdad planeaba dormir.

Aquel no tardó en ponerse un pantalón burdeo de algodón que no era un pijama pero se asemejaba a uno por lo que le regalaba la comodidad suficiente.  Tras ello llegaba el turno de la prenda inferior, siendo a torso desnudo que la presencia ajena le hizo quedarse a medio vestir. 

—¿Qué pasa? —de reojo observó al bailarín. 
—Nada. 
—¿Seguro?
—Hm, no, pero... ¿no tienes algo que contarme? —Jungkook se quedó pensativo al respecto en un intento por hacer memoria pero no lograba dar con algo que tuviera que decir. 
—No hay nada. 
—¿Seguro?
—Si tu crees que te tengo que decir algo, es mejor que me lo digas directamente y no te andes con tanto rodeo. La verdad es que ahora no tengo cabeza ni paciencia para nada. —suspiró, tomando la camiseta blanca sin mangas, mismas que a medió poner un escalofrío le recorrió la espalda. Una caricia que apenas le rozó, pero la diferencia de temperaturas la hacia estremecer.
—Tienes rasguños... y succiones. 
—¿Y qué tiene? —ya se habían liado lo suficiente hace un par de días como para que las huellas de ello siguiera en su piel. 
—No nos vemos hace un mes, no las hice yo. E incluso, si no hubieras desaparecido por un mes, yo no te marco de esta forma. —pese a que el bailarín parecía querer mantener la calma, se notaba el enfado, molestia en el. Seguramente a causa de ciertos celos que comenzaba a sentir por el idol. 
—Oh, ¿en serio? —se puso de pie, no terminando de ponerse la prenda si no que por el contrario, se la volvió a quitar para que a torso desnudo ir en busca de su reflejo en el espejo del baño. No porque no creyera a las palabras ajenas, si no que quería ver que tanto había estado marcado. 

Su sorpresa fue evidente. Succiones y rasguños en lugares específicos, casi como si buscaran dar señales de algo o advertir dominio sobre esas zonas. Cuello, pecho, pero no en cualquier zona del pecho; era el lado izquierdo justo donde se supone esta el corazón. Su pelvis también tenía huella, eso lo comprobó al bajar un poco el pantalón, viendo la incomodidad en el rostro del bailarín, pues aquel solo había visto las del torso. Rasguños en la espalda indicaba que tenían un par de días. Las succiones no tanto. 

—No sé que decir. 
—¿En verdad no sabes? digo, no es que seamos pareja o algo así, no hay problema si te estas viendo con alguien más. 
—Es que no es el caso, en verdad no he estado con nadie más. 
—¿Y cómo es que no te das cuenta de tales cosas en tu cuerpo?
—Hoy no me miré al espejo. Me duché y salí, solo noté que estaba un poco más cansado de lo normal. Aún lo estoy, además eso de que desaparecí un mes sigue sin calzarme. 
—Yo...
—Estas en tu derecho de no creerme, pero no estoy mintiendo. 
—Lo sé, te creo. Pero ¿por qué alguien se tomaría la molestia en dejar marcas en esas zonas? Es como si buscaran marcar territorio. —el comentario quedó dando la vuelta en la cabeza de ambos. 
—Es casi como...  —negó con un suave movimiento de cabeza al decidir no sacar a cierta persona a la conversación. Tampoco pretendía incomodar al bailarín aún más. 
—¿Cómo quién?
—Taehyung. Por alguna razón me recuerda a él. —se llevó la zurda a la marca que estaba sobre su corazón, observándola con cierta nostalgia.

¿Y si en verdad había sido Taehyung? aunque parte de él así lo deseaba, sabía que no quedaba en más que un pensamiento. 

—Entiendo. Creo que ya es hora de que me vaya, me alegra saber que estes bien Jungkook. —silencio incomodo. Demasiado incomodo al ser Jungkook el que no sabía que decir.  Un pequeño beso fue a dar sobre su comisura derecha y vaya que odiaba esos besos. Si no iban a ser en los labios, que fueran en la mejilla, pero no entre ambos. 

Le tomó desde la muñeca e impidió que el ajeno siguiera su andar para entonces unir sus labios con los del bailarín en un lento beso. Uno que Jimin tardó un par de segundos en corresponder pero terminó por hacerlo en el corto tiempo que duró. 

—Ahora estoy contigo. —Jimin pareció no entender. 
—Sé que estas conmigo, a no ser que me este besando con un fantasma. —ambos rieron, pero ello confirmó que aquel no había entendido. 
—No me refiero a eso, me refiero a... que seas mi pareja. —un nuevo silencio incomodo. 
—¿Yo? ¿Ahora? —el bailarín estaba emocionado, quizás más de lo que esperaba estar por una cosa así. Una invitación a ser abiertamente homosexual y pareja de Jungkook. 
—Puedes responderme otro...
—¡Si quiero! —un abrazo, con la mano libre y un par de besos, superficiales, fueron a dar a los labios del idol. Mismo que curvó sus labios en una pequeña sonrisa, aunque por alguna razón no se estaba sintiendo como esperaba que se sintiera. 

Quizás porque Jimin no era Taehyung. 

El idol que desapareció.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora