Sorpresa de Lia.

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El haber estado en el exterior disfrutando de la nieve había sido similar a un cargador de energía y optimismo para Taehyung. Entendiendo entonces ese dicho que decía que "pequeños detalles hacen la diferencia", pues vaya que había notado la diferencia. Ese día y los días que le siguieron el idol se encontraba con demasiado buen humor, tanto así que cantó y bailó para ambos hermanos. Eso a modo de despedida a Dieter quién tenía que seguir con la vida de Jungkook, misma razón que le hacia permanecer más en ausencia que en compañía de Taehyung; situación a la que este ya se había acostumbrado. 

—Lia, haz permanecido demasiado tiempo en silencio y prometiste que me contarías noticias del exterior. —reprochó al estar a solas con ella, misma que le siguió con la mirada. 
—Sí, pero sabes que me siento algo incomoda con la presencia de Dieter. —el cantante asintió.
—Lo sé, pero ya estamos a solas. —animado esperó que aquella le dijera algo. 
—Vale, pero no te lo tomes mal, ¿sí? o no volveré a decirte nada. 
—Es una promesa. —infantilmente cruzó su meñique con el femenino, cosa que hizo que ella sonriera. 
—La policía archivó tu caso, ya no te están buscando.  —se lo soltó sin más, atenta a la reacción ajena.  
—Oh, vaya, supongo que Dieter hizo demasiado bien su trabajo para que no encontraran pistas de este lugar. —aunque Taehyung intentó sonreír, no había que conocerle demasiado para saber que se trataba de una sonrisa forzosa.  Aunque a su vez, estaba tan acostumbrado la su rutina que casi se sentía más cómodo ahí que en los escenarios; pues una figura publica perdía su privacidad y en aquel lugar la había recuperado.

A eso se le sumaba que las cosas con Dieter cada vez estaban mejor. 

—Y la otra cosa es... creo que es mejor que te sientes. —lejos de calmarle, aquella frase le tensó. 
—¿Le pasó algo a mi familia? —no tardó en preguntar. 
—No, no es eso. Es, pues no sé como decírtelo. 
—Directamente, porque ahora me estas poniendo de nervios y no me gusta nada estar así. —reprochó centrando su atención por completo en ella. Decidiendo tomar de una mano ajena, apretando la misma con suavidad en un acto que buscaba que ella se sintiera contenida.
—Estoy embarazada. 
—¡¿QUÉ?! —la sorpresa fue evidente en Taehyung, tras ello vinieron las preguntas. —No quiero que se mal entienda, pero ¿de qui...
—Es tuyo. —ella apenas le dejó terminar de preguntar y los labios del cantante se entreabrieron. 
—¿Un hijo mío?
—Esta bien si no me crees, podemos hacerle el ADN pa...
—Te creo. No dudo de ti, nunca dudaría de ti. Y ¡DIOS! ¿Dieter lo sabe? 
—No, aún no, me da miedo que lo tome mal y me haga algo. —de manera innata Taehyung le envolvió en un abrazo mientras Lia se esforzaba en llorar para ir de acorde con el papel de victima con el que se había presentado ante Taehyung desde la primera vez. Pues, si aquel conociera su verdadero lazo con Dieter y que ella además no era una pobre niña huérfana; quizás la confianza ciega que el idol tenía hacia ella se vería en duda.

—No te preocupes, lo haremos juntos. Y no dejaré que te haga algo malo, lo prometo. —aquel cariñosamente le besó la frente mientras sus pulgares limpiaban las lagrimas que recorrían las mejillas ajenas.

—¿Cuanto tiempo tienes? —curioseó al respecto. Si bien algún día quería ser padre, no esperaba que fuera en esas circunstancias; lo que no quitaba el que le diera cierta ilusión el hecho. Y con ello sus ganas de mantenerse informado. 
—Dos meses, estoy por cumplir los tres.
—¿Y cómo es qué... 
—¿Cómo no me di cuenta antes? Supongo que estaba demasiado ocupada como para notarlo. —Taehyung notó que ella respondía demasiado rápido, si fuera mal pensado creería que aquella había preparado las respuestas tal cual un guión y por eso no se detenía a pensar nada. Pero, supuso que la razón de la rapidez en las respuestas era el nerviosismo por la nueva noticia y sorpresa.
—Quiero saberlo todo. ¡Y tienes que cuidar muy bien de ti! no sabes las ganas que me dan de ir a medico contigo, pero ya que no se puede, me conformaré con que me cuentes todo ¿sí? —ella asintió dejando ver una amplia sonrisa en sus labios contagiada por el ajeno. Las cosas al parecer iban mejor de lo que pensaba.

Ese día y los que le siguieron Taehyung se encargó de mimar todo lo posible a la futura madre de su hijo.

Lia

Comenzaba a creer que se podía acostumbrar a los mimos diarios de Taehyung, pues este era jodidamente encantador incluso con las pocas posibilidades que tenía al estar limitado; situación que a su vez le hacia sentir tremendamente culpable. Más porque seguía sin hacer algo para ayudarle realmente.

Su celular vibró en el interior del bolsillo del pantalón que vestía como uniforme, era jueves y correspondía el color rosa.  

Sin prisas sacó el móvil del bolsillo y miró la pantalla que le informaba que era una llamada de Dieter. Obviamente iba a contestar, pero, primero necesitaba verificar que Taehyung no estuviera cerca pues aquel desconocía que hace cinco meses y tras persuadir a Dieter, ella andaba portando un celular.

—Hola, dime. —pronunció sin más. 
—Que borde eres con tu hermoso hermano. —aquel hizo un esfuerzo por sonar herido, aunque no era así. 
—No tengo mucho tiempo ¿si sabes qué Taehyung puede descubrir que tengo un celular?¿si recuerdas lo peligroso qué puede ser eso?  —ella no tardó en reprochar al notar que Dieter no tenía intenciones de ir al grano. Quizás nisiquiera le llamaba por algo importante. 
—Yah, yah, que amargada. Se supone que ese es mi papel.
—Te colgaré. 
—No, joder. ¿Cómo se tomó tu embarazo él? 
—Pues, aunque le sorprendió... se lo tomó mejor de lo que esperaba, de hecho, creo que le hace ilusión ser padre. Estos días a estado siendo realmente atento conmigo y no sé como es que se las arregla para hacerlo en la situación que esta. Es simplemente encantador. 
—Okey, no sé si lo dices para ponerme celoso o porque en verdad esta siendo así. 
—Quizás por ambas. —no evitó el reír, aunque no duró más que unos segundos al recordar que no podía ser demasiado ruidosa. —Pero en serio, él es un encanto. 
—Solo espero no acabes enamorándote de verdad, Taehyung me pertenece. Y sabes que un bebé puede crecer sin su madre. —pronunció con seriedad, casi tanteando terreno. 
—¿Me estás amenazando? ¿Sí recuerdas que entre tú y yo la confianza de Taehyung esta más en mi? Le voy a dar un hijo, y soy la única persona que le a tratado como persona desde un comienzo. Tú, pues vamos, comenzando por la parte de que le secuestraste. Abusaste de él y luego le violaron otros por tu culpa. Le enamoraste fingiendo ser otra persona, Jungkook, cuando él en verdad no existe.  ¿A quién crees que va a odiar más? —el silencio se hizo presente por parte de Dieter. 
—Vale, no soy un santo, pero tú le haz estado manipulando todo este tiempo. Desde el comienzo nunca te importó, solo aceptaste cuidarlo por el dinero que te ofrecí y porque el estar en la casa te servía de escondite. ¿Crees que no me he dado cuenta que los del norte te andan buscando a ti y no a mi? 

—¿Lia? —todos los músculos de ella se tensaron en cosa de segundos, era Taehyung quien se asomaba en su búsqueda. Por suerte ella estaba de espalda por lo que tapó el celular con el cabello y aprovechar el movimiento para finalizar la llamada. Tras ello escondió el móvil en su espalda justo después de voltearse a ver al idol.

—¿Qué sucede? —intentó mantener la calma, no sabiendo si aquel realmente había escuchado algo o apenas entraba. 

—Que ya esta lista la comida. —no notó algo extraño en él. O era muy bueno ocultando sus emociones o en verdad no se había enterado de nada. 

—Oh, de acuerdo, ya voy. —ella sonrió, una sonrisa fingida pues estaba realmente nerviosa.  Por su parte, Taehyung le dejaba a solas. 

Minutos después ambos estaban en la mesa, en un silencio incomodo al menos para ella. No tenía como saber si el ajeno sabía algo o no y eso le tenía más estresada de la cuenta.

—No sabía que eras tan bueno cocinando... —intentó generar tema de conversación. 
—¿No? pero si te cociné hace días atrás y dijiste lo mismo. Si vas a sorprenderte por cada plato que te cocine, me lo terminaré creyendo. —carcajeó. —Por cierto, ¿con quién hablabas? porque hablabas con alguien, entonces hay dos opciones. Hablas sola o tienes un celular. —pronunció en un tono relajado pese a que tenía clara curiosidad al respecto. 

—Tengo un celular, pero, Dieter no sabe... por favor no le vayas a decir. Es por lo del bebé, en caso de que surja una emergencia. —rápidamente se excusó. 
—Oh, entiendo y tranquila, como te prometí, no dejaré  que nada malo les pase. 
—Perdón por no decirte nada, no es que no confíe en ti...
—Tranquila, en verdad entiendo. Y tú perdóname a mi, es solo que me llamó la atención el que estuvieras hablando con alguien. Pero olvidemos el tema y termina de comer, necesitas alimentarte de buena forma.  —ella sintió a las palabras masculinas y tras ello siguió comiendo. Ahora con mayor tranquilidad. No había forma que Taehyung se comportara de manera tan natural si es que había escuchado más de la cuenta. 

El idol que desapareció.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora