Capítulo 14: Pájaro fuera de la jaula (+18).

37 3 0
                                    

Taehyung estaba impaciente, más que otras veces quizás. Ya habían pasado dos años y cuatro meses y quería saber noticias del exterior. Lia cada vez estaba menos en casa, en su reemplazo cada vez pasaba más tiempo con Dieter y le había comenzado a conocer. Dándose cuenta de que no era tan malo ni loco, no mientras estaba tranquilo. Con ello el recuerdo de Jungkook parecía ir quedando en el olvido a excepciones cuando Dieter parecía comportarse justo como él. Misma situación que le llevó un par de veces a la confusión.

—¿Cuando vendrá Lia? —tal cual niño pequeño que esperaba impaciente en casa por uno de sus padres, Taehyung fue a reprocharle a Dieter; mismo que leía un libro de economía. 

—¡Préstame atención! no me puedo creer que vengas a visitarme y te quedes leyendo un libro en vez de prestarme atención, quizás dejé de ser interesante... —era más que evidente que Taehyung exageraba. Pero, el haber pasado tanto tiempo solo conviviendo con dos personas le hacía comportarse de manera un tanto más caprichosa, con ello las ganas de hacerse notar.

—Tú eres el que parece más interesado en Lia que en mi. —ahora era Dieter el que reprochaba dejando de prestarle atención al libro. Aunque también era cierto que apenas había alcanzado leer un par de paginas, el constante paseo de Taehyung le tenían con su atención más puesta en él que en las hojas, pero en una acción sigilosa que ocultaba en cuanto notaba que el idol volteaba a verle.

—Tengo un par de días sin verle, además, me prometió traer alguna noticia... —no tardó en excusarse. A Dieter seguía pareciendo raro el repentino cambio que había tenido Taehyung, pues no se olvidaba que aquel estaba privado de libertad en un intento desesperado de el al sentir que Taehyung cada vez estaba más enlazado con Jungkook. Esa personalidad que era parte de él, pero no le gustaba ser. Tanto así que prefirió que le odiara. 

Jungkook era demasiado blando, cálido,  "buena persona" lo que permitía que le dañaran con facilidad. Era su versión vulnerable, quizás por eso le desagradaba el que le confundieran con aquel pues su esencia real era lo contrario.

—Entiendo, ella debería de estar por llegar en uno de estos días, si es que no se entretiene más de la cuenta. —Taehyung decidió sentarse junto a Dieter, siendo la cercanía la que permitió que aquel rosara la piel desnuda de una de sus piernas en dirección al muslo. El estaba desnudo, siendo solo una camisa la que impedía que se viera más de la cuenta, aunque el que aquella prenda fuera demasiado holgada hacia que según la posición que tuviera Taehyung, se viera más piel de la cuenta. La prenda incluso le quedaba holgada a Jungkook, eso porque era una prenda que seguía la tendencia "oversize".

—Hey, calma esa mano. ¿Qué tal si Lia entra? —el ajeno detuvo el roce que le hacia estremecer, más no quitó la extremidad del muslo. 

—No es la primera vez que nos ve teniendo sexo. —Dieter pronunció una verdad que ambos sabían. Quizás por ello el silencio se hizo presente mientras Taehyung terminaba sobre el regazo ajeno, con ambas piernas en los costados de aquel, siendo sus rodillas las que quedaron hundidas en el cojín del sofá. 

—Lo sé, pero esa no es de las mejores bienvenidas. —cerró sus ojos en un parpadeo lento que le hacia estar más con los ojos cerrados que abiertos mientras pequeños besos acariciaban a la piel de una de sus clavículas en una traviesa succión que no tardó de dejar huella. Tras ello, dos botones, los primeros, dejaron de cumplir su función, acción que provocó que el hombro izquierdo quedara desnudo y el derecho con la prenda a medio poner. —Deja de hacer estas cosas. 

—¿Qué cosas? —fingió no entender mientras sus caricias continuaban, estaba vez abandonando el muslo para posarse directamente sobre un glúteo, el izquierdo. Mismo que apretó de manera posesiva al amasarlo. Mientras los besos seguían por la cercanía de la clavícula desnuda.

—Es-esta. Me pones inquieto. 
—Es la idea, si no tuviera algún efecto en ti en verdad sería aburrido ¿sabes? —la diestra acompañaba a la zurda, pero en el otro glúteo, permitiendo la acción el separar ambos; siendo la diestra la que buscó colarse entre aquellos mientras la zurda mantenía la separación al menos de uno de los glúteos.  
—Uh, Die...ter... —ese apenas había sido un roce en su anillo anal, pero esa mañana estaba especialmente caliente como para que no tuviera un grato efecto en el. 
—No sabía que tenía estos efectos en ti. —confesó, pues el recorrido de la diestra le había permitido percibir lo duro y erecto que Taehyung estaba. Justo después de abandonar el trasero para tomar con propiedad su sexo. Situación que de algún modo hizo avergonzar a Taehyung.
—Lo sabes, no mientas. 
—No, en verdad no sabía. —Jungkook lo sabía, pensó el menor prefiriendo no romper el ambiente con su mención.
—Como sea, hazte cargo. 
—Hm, ¿Cómo debería de hacerme cargo? 
—Con tu boca. —exigió. Cosa que le causó gracia a Dieter. 
—Como el pajarito desee. 

Sin más preámbulos dejó suficiente espacio para que el menor quedara recostado en el sofá, siendo el quien se arrodilló apoyando sus rodillas en la alfombra mientras se posicionaba entre las piernas ajenas. Agradeciendo la libertad que le permitía la camisa, subió la tela para entonces tener a la completa vista la húmeda erección ajena. 

Instintivamente Dieter se relamió los labios, estaba salivando más de la cuenta y es que aquella polla se le antojaba increíblemente, por lo que prontamente se encontró lamiendo de ella en un juego previo  que ponía a prueba la paciencia de Taehyung, aunque también la propia. Dándose por vencido a los pocos minutos de comenzar, pues las ganas de consentir debidamente al menor eran mayores. Acabó engulléndose por completo la erección, provocándose arcadas pues pese a que aquel era más joven, no dejaba de estar bien dotado.

—Te pasa por goloso. 
—Lo aprendí de ti, pajarito.  —pronunció entre una pausa en la que buscaba recuperar el aliento tras un breve vaivén profundo.
—Yo no...
—¿Tú no? que va, no solo tienes una boca golosa, tu culo lo es aún más.
—¡Cállate y sigue mamando! —nuevamente Dieter se veía conteniendo la risa, el tiempo juntos le había permitido descubrir que cuando Taehyung estaba nervioso u avergonzado, le mandaba a callar. Otras veces cambiaba el tema.
—Como el príncipe desee.  —su lengua nuevamente acariciaba el sexo, envolviendo el glande; centrando su atención en la zona de la corona del pene al saber que esa zona era más sensible. Claro, la atención no duró demasiado pues sabía que la ansiedad de Taehyung estaba justo en querer follarle la boca. Cosa que rara vez permitía al ser más de ir directo al grano, pero como andaba con ganas de consentirle, le hizo caso. Las manos del idol no tardaron en aferrarse en su cabeza, llegando a jalar de un par de hebras de cabello que le hicieron reprochar más la presión que ejercía aquel no le permitió quitarse la polla de la boca. Eso hasta que las arcadas fueron mayores y realmente sintió que se ahogaba. 

—¿Planeas matarme?
—¿Quién sabe? —los gemidos de Taehyung eran cada vez menos tímidos, gracias al  continuo vaivén por la boca o por la masturbación, hacía que realmente lo estuviera gozando. 

Los espasmos no tardaron en llegar, sintiendo entonces las piernas inquietas. Junto con ello el cosquilleo que advertía que pronto llegaría el deseado orgasmo. Cerró los ojos y empuñó las manos contra el cojín del sofá, tensando entonces sus músculos en los segundos que duró el orgasmo, siendo el aliento el que contuvo en la misma duración. 

Cuando abrió sus ojos Dieter seguía unido a su ahora flácido sexo, terminando por limpiar los restos de fluidos que pudieron quedar, pese a que este ya se había tragado todo el semen.

—Joder, Dieter. 
—Joder, tú. —aquel se relamió los labios y se puso de pie, Taehyung tenía intenciones de también regalarle un orgasmo pero el tiempo se había acabado. Lia entraba a la casa. 
—Quizás deba de pedirle que regrese mañana...
—¡Nada de eso! —Taehyung se puso rápidamente de pie y fue en dirección femenina, no tardando en envolverle en un cálido abrazo, no importándole el que estaba casi desnudo.  La alegría que significaba la presencia ajena era mayor.  De cierta forma le recordaba a los viejos tiempos.  —Que helada estas...  —reprochó entre el abrazo.

—Sí, es que esta nevando. —si no era porque la ajena lo mencionaba no se hubiera dado cuenta, con ello las ganas de salir aunque sabía que no podía. 

—Dieter, quiero salir. —el mayor avanzó hasta donde él, seguramente para no dejarlo pero la verdad era que no perdía nada con intentarlo. 

—Anda, déjale, se a portado bien y además, estamos los dos vigilandole. —interrumpió Lia, obteniendo un sorpresivo movimiento de cabeza que  no era una negación.

—¿¡En verdad puedo!? —Taehyung estaba tan feliz como un niño. 
—Sí, pero abrígate, estas casi desnudo. —asintió a las palabras de Dieter, por segundos había olvidado que solo una camisa le cubría, por lo que corrió a su habitación para ponerse ropa que le protegiera de la fría nieve. En verdad  estaba tan feliz, era la primera vez luego de dos largos años en los que podría estar afuera. Tanto era su emoción que nisiquiera pasó por su cabeza el escapar. 

—¡Ya regresé! ¿Aún nie... 
—Claro, la nieve no se va ir con los pocos minutos que demoraste. —aquella rió al no recordar el verle así de emocionado antes. 

Sin más perdidas de tiempo, cruzó la puerta que le había mantenido cautivo y con ello sintió el cambio de temperatura golpeando su rostro mientras de sus labios escapaba el vaho. No era su primera vez viendo la nieve, había perdido la cuenta de cuentas veces le había visto, perdiendo incluso el encanto. Pero como sus circunstancias eran totalmente diferente, vaya que el poder apreciar aquello una vez más, le llenaba el corazón. 

Inhaló profundamente , dando entonces los primeros pasos que le llevaron hasta un árbol que solo había logrado apreciar desde una de las ventanas.

—Él esta muy feliz. —Dieter le comentó a Lia, pues ambos le observaban con atención.
—Lo esta, quizás debas de permitirle salir de vez en cuando... —aquel le observó de reojo y se quedó pensativo al respecto. 
—Quizás, me lo pensaré. 
—En un día lluvioso, seguramente también debe de extrañar el ser mojado por la lluvia.

El idol que desapareció.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora