Atados parte 2

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Las alumnas se habían puesto más nerviosas, se habían llevado a otras de sus compañera y no la habían devuelto. No sabían si habían abusado de ella o peor aún, si la habían matado. Fuera lo que hubiera ocurrido en realidad, hacia que la atmósfera se volviera más pesada y agobiante.

 La puerta se abrió abruptamente, sobresaltándolas. 

Los cuerpos de las primera dos alumnas que se habían llevado, cayeron al suelo como un peso muerto.

 Las demás alumnas las miraban con horror. 

Les habían quitado el uniforme y les habían destrozado su ropa interior. Sus rostros estaban completamente hinchados por los golpes y por las lágrimas. De sus muslos caían gotas de sangre que provenían de su parte intima, tal vez las habían violado más de uno. Sus cuerpos se encontraban llenos de moretones con cortes de navajas como parte de sus torturas. Apenas tenían la fuerza necesaria para levantarse y cubrir sus cuerpos ultrajados. Los hombres que las habían traído las miraban con mofa mientras comentaban con orgullo y satisfacción como las habían hecho gritar de dolor y como habían sacado placer de ello y que muy pronto vendrían por más de ellas para satisfacer sus placeres más ocultos.

 La castaña los miraba con odio y con repulsión, deseando en su mente que se murieran como ratas, eso no era un acto de un hombre era el acto de un bastardo infeliz. También miraba con lástima a sus compañeras, lamentaba que tuvieran que pasar por eso. En silencio suplicaba que su padre ya tuviera un plan para sacarla de ahí porque ya no estaba tan segura de si podría aguantar hasta el final esa pesadilla infernal. Ella ni quería imaginar que habían hecho con la otra alumna que se habían llevado y que parecía no tener regreso.

 En el aula de los varones, los chicos estaban  siendo torturados, algunos los golpeaban brutalmente hasta dejarlos inconscientes, a uno lo habían apuñalado por intentar defenderse y darles la cara. Los hombres les decían como iban a matarlos si no había rescate, o como los venderían en el negocio ilegal de trata de personas.

 Una vez más en el aula de las mujeres, la castaña miraba con más recelo a uno de los hombres que las mantenían vigiladas. Lo había cachado mirando a una de sus compañeras con lujuria y ella sabia lo que pasaba por esa mente macabra y de tan solo pensarlo le daban nauseas y asco. Pero lo que más le molestaba era que a la alumna que miraba era una conocida suya, su familia había ido cientos de veces a su casa a cenar y era la hija de uno de los compañeros de su padre. Habían llegado a platicar un montón de veces pero jamás llegaron a ser grandes amigas, pero aún así le tenia afectó y cariño y la quería como una prima lejana. La chica de ojos azules lloraba y rezaba en silencio, al margen de la mirada lasciva que le daba ese hombre. 

El excitado por ello se acerco a ella sin ningún disimulo. Ignorando como la chica intentaba apartase de el lo más posible. La tomo de las piernas descubiertas y las separo con violencia, acomodándose entre ellas, golpeándola para que dejara de gritar y llorar. 

Sus demás compañeras cerraban los ojos, negándose a ver lo que estaba apuntó de pasar enfrente de ellas. 

La castaña miraba con odio la escena, viendo como su media amiga lloraba y se movía negándose al contacto asqueroso de ese hombre. 

Los ojos azules de la muchacha conectaron con los suyos, ahogados en lágrimas, suplicándole a través de ellos que la ayudara. 

La castaña aparto la vista, cerrando los ojos con fuerza, negándose a mirarla. No podía soportar esa mirada llena de dolor, de agonía, de sude suplica, de ayuda. 

Cuando escuchó un grito por parte de ella abrió los ojos de golpe y sin pensarlo dos veces se lanzo sobre ese hombre que intentaba violar a su compañera, apartándolo de ella. Comenzó a patearlo, ya que tenia las manos atadas.

Raptada por el enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora