El intento parte 1.

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Miércoles, 1:00 pm.

  El Intento Parte 1.

 Me movía de delante hacia atrás, rodeando mis piernas con mis brazos, con la vista fija en la ventana. Llevaba tres días encerrada, llevaba dos sin comer. Hoy Shugar había traído una pequeña bandeja de plata con frutos, tomándolo así como mi desayuno. También había traído una caja plana de color vino que había dejado encima de la cama, no dijo que contenía, simplemente esperó a que terminara de desayunar para poder marcharse sin decir nada mas. Apenas me miraba o me dirigía la palabra lo cual me hacia pensar seriamente si estaba enojado o le habían dado la orden de no entablar alguna conversación conmigo.

 Sabia que Stephen se había marchado aquel día que lo vi por última vez, pues no había vuelto a saber nada de el desde entonces, lo cual me mantenía muy tranquila hasta el momento. Pero sabia que hoy era su regreso y su dichosa fiesta. También había pasado horas ideando un plan perfecto para poder escapar. En una distracción había tomado el cuchillo que había utilizado para cortar las frutas, al parecer Shugar no había notado su ausencia en la bandeja o algún movimiento extraño de mi parte , pues, en cuanto había tomando el cuchillo lo había ocultado debajo de mis ropas, para así no crear sospechas. Al menos tenia algo con lo cual defenderme, aunque creo que no ayudaría mucho. Estaba más que segura que mi huida debía ocurrir en medio de la fiesta, todas esas personas serian una gran distracción y me darían mas tiempo para encontrar la salida y lograr salir al exterior. 

 Mire la caja color vino y con cierta curiosidad me acerque a ella, la tome en mis manos y la coloque sobre mis piernas. Retire la tapada lentamente, dejándola de lado, topandome con un vestido envuelto entre papel. Lo mire por unos segundos, antes de tomarlo con mis manos y sacarlo de la caja. Era un vestido costoso, sobretodo lujoso y por lo que podía apreciar de marca. Era un vestido ceñido al cuerpo de color blanco, dejaba la espalda completamente al descubierto. La tela parecía tener algún especie de brillo que al moverse parecía brillar, poseía un escote que no dejaba nada a la imaginación.

 Era demasiado corto, apenas llegaba a la mitad del muslo. Fruncí el ceño mirando detalladamente el vestido, no era para nada de mi agrado. No sabia que pretendían dándome algo así, me hacia sentir que terminaría demasiado expuesta si llegaba a utilizarlo. Definitivamente no utilizaría algo así, debía haber algo en el guarda ropas que fuera elegante y decente que pudiera utilizar, sin llegar a algo como eso.

  Las horas fueron pasando y cada vez crecía la duda de cuando tendría que comenzar arreglarme. Shugar no me había indicado nada por lo cual estaba un poco pérdida con lo que tenía que hacer. Daba vueltas en la habitación, intentando pensar que haría cuando me encontrara con todas esas personas desconocidas y sobretodo con el. Mi mano ya no se encontraba tan lastimada como antes pero aun así debía seguir utilizando el vendaje, debía mantener las heridas limpias para evitar una infección. La noche llego y con ello se comenzó a notar un bullicio por parte de las personas. 

El sonido de musica suave comenzó a transmitirse dando por hecho que la fiesta había dado comienzo. Esa era mi señal. Entre al baño y tome una rápida ducha. Necesitaba estar lista lo mas pronto posible. Con mi cuerpo envuelto en una toalla, me acerque al guarda ropas y comencé a buscar un vestido que pudiera utilizar para la ocasión.

Luego de una larga búsqueda, pude encontrar otro vestido de color rojo, mucho mas sencillo y sin escote alguno. Comencé a buscar entre cajones ropa intima que pudiera utilizar. Luego de una hora y media me encontraba completamente lista. Mire la puerta con cierta interrogación, Shugar no había venido por mi en ningún momento, ni siquiera me había asegurado si yo podía asistir a esa fiesta. Con lentitud me acerque a la cerradura y la tome con desconfianza. La gire lentamente, intentando descifrar si estaba bajo llave o si milagrosamente se le habían olvidado cerrarla. Mi rostro se tiño de sorpresa al comprobar que no estaba cerrada desde afuera y que podía salir al pasillo sin dificultad alguna. Mire el pasillo con desconfianza, ¿Porque no habían cerrado la puerta como siempre? Había optado por utilizar tacones por lo cual podía escuchar como estos resonaban con cada paso que daba por ese pasillo desolado. Aunque el vestido no era demasiado corto, aun mis piernas quedaban expuestas. No sabía a donde ir exactamente por lo cual deje que la musica me guiara y me llevará hasta donde provenía. Podía escuchar como el bullicio aumentaba cada vez que me encontraba más cerca.

Raptada por el enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora