Caminamos dentro del palacio y al parecer todos recién entraron a la fiesta hecha por la princesa Alysa y nos acabamos de enterar hace unos minutos por el hermano de Damián un pequeño niño llamado Dorian.
—Aún no termina nuestra cita, falta algo fundamental — nos detiene en el pasillo, mirándome serio, yo arqueo una ceja. —Tu helado— yo asiento emocionada, lo había olvidado y al parecer el no.
Mi corazón revolotea dentro de mi pecho.
—Vamos por mi helado.
Caminamos a la cocina, entramos y está vacía, no dudo en correr al refrigerador, lo abro.
—¡Esto es el paraíso! — exclamo con mi boca haciéndose agua, saco un bote de helado de tres leches, nos sentamos en las sillas mientras como mi helado no puedo evitar gemir al sentir el sabor expandiéndose en toda mi boca, luego escuchó su carcajada.
—¿Qué te divierte tanto? — pregunto mirándolo curiosa y mientras como otra cucharada de mi helado.
No pienso compartir, aunque el no ve el bote de que tengo en mis manos, me mira solo a mí, como si quisiera comerme, no puedo evitar sonrojarme, el solo recuerdo de sus labios sobre los míos me hace temblar.
—Ya te he dicho que eres muy tierna y hermosa— dice acercándose a mi inclinándose sobre la mesa.
—Y yo te he dicho que no soy tierna— le respondo ahora también acercándome a él dejando el helado de lado, me sonríe.
—Si lo eres — susurra, nuestras narices rozan y nuestras respiraciones se mezclan, muero por otro beso, pero el golpe de la puerta al abrirse nos sobresalta, nos separamos en un segundo y entra Jack apresurado.
—Ustedes dos me van a matar de un infarto, ¡ahora también soy su maldita niñera! — suelta su frustración enojado mientras se acerca, yo arqueo una ceja, y ¿ahora que le pasa?
—¿Qué sucede Jack? — pregunto, se ve realmente furioso, aunque no puedo negar que me divierte verlo perder la paciencia cada cinco minutos.
—Por su culpa casi me matan, no los encontraba, el rey te busca Damián y me avisaron que tu hermana está en tu habitación, así que terminen su cita porque en una hora todos deben estar en la fiesta de Alysa— ordena con rapidez y sale enojado de la cocina, me es imposible no soltar una risa al igual que Damián, nos levantamos y caminamos a mi habitación.
—Nos vemos en la fiesta ¿sí?
— Nos vemos en la fiesta — confirmo, él se gira, pero antes de que empiece a caminar lo detengo.
—Gracias por la cita y por todo — digo nerviosa, él se da la vuelta para quedar frente a mí y une nuestros labios en un casto beso que me deja con ganas de más.
—Gracias a ti por haber venido conmigo, sin ti esto hubiera sido muy aburrido—dice en cuanto se aleja, aun así, deja un corto beso y se va, desaparece del pasillo, yo giro, entro a mi habitación con una sonrisa y miro a mi hermana jugando con su Liam.
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El Príncipe Damián
Teen FictionUna vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...