—Jack, no creo que sea buena idea.
—Hoy es tu cumpleaños y vamos a ir a celebrarlo, además tu hermana también ira, dejara a Liam con mi madre.
Me detengo en medio del pasillo abruptamente, el me mira confundido.
—¿Tus padres ya saben sobre Liam?
Asiente y yo lo miro sorprendida.
—Al principio fue difícil, no entendía como sucedió ya que nunca había hablado de mi relación con Catherine antes, pero cuando les contamos todo lo que tuvimos que pasar, mamá solo lloro, me abrazo junto a Cath, luego cargo a su nieto mientras papá le decía a tu hermana que se alegraba que ahora formaban parte de la familia, y ahora los dos los aman más que a mí.
Me rio al ver su indignación fingida.
—Que bien que se hayan tomado la noticia así— soy sincera, ahora cada vez que veo a mi hermana la noto mucho mejor que hace unos meses, es muy feliz con su pequeña familia y eso para mí es suficiente.
Seguimos caminando hasta que llegamos a su auto, nos subimos y el arranca, vamos cantando algunas canciones que suenan en la radio, nunca había visto a Jack tan relajado, me gusta esta faceta de él, cuando llegamos los dos bajamos y entramos por la parte trasera.
Es en una jodida discoteca, la música, el calor y la gente riéndose y bailando me hace recordar que hace mucho no iba a una, cuando era adolescente me la pasaba muy bien con mis amigos cada viernes, supongo que ellos tuvieron algo que ver con esto.
—¡Elissa! ¡felices 24! — grita Nicole cuando me ve, yo arqueo una ceja al notarla un poco ebria, su guardaespaldas no le quita el ojo de encima.
Miro a nuestro alrededor y me fijo que todas las chicas están aquí, incluso la reina.
Jesús.
—¿Hiciste que caminara por pasillos oscuros para salir del palacio y nadie lo note para que al final este hasta el rey aquí? — le reclamo a Jack quien me sonríe con inocencia.
—Tenía que hacerlo, ordenes de mi jefe.
Y sé que no se refiere al rey Ares, Damián.
—Hola linda.
Aparece frente a mi con una hermosa sonrisa, nadie nos esta viendo, la fiesta esta en su punto y las luces nos van cierta privacidad, Jack desaparece en cuanto ve a mi hermana y va corriendo a su encuentro, parecen jodidos niños.
—Damián— susurro con el corazón acelerado.
—Feliz cumpleaños.
Yo le sonrió de vuelta, el me pasa por dos años, así que no hay tanta diferencia de edad.
—Gracias.
Sorpresivamente el me da un abrazo, cuando nos separamos, mi emoción esta a mil, es el primer abrazo que nos damos frente a todos, claro que no lo vieron, y aunque siento nervios la sensación de emoción es mayor.
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El Príncipe Damián
Teen FictionUna vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...