Una vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...
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— Ellos no sabían que les podía deparar el futuro, pero estaban seguros de que se amaban.
Tomo un respiro lento y sonrió de lado.
—El príncipe Damián se convirtió en rey y la princesa Elissa en reina, los dos dirigieron al país por un buen camino y tuvieron dos hijos, a quienes los amaron en el primer momento que sabían que la reina estaba embarazada. El final del cuento es simple, el príncipe nunca dejó de ser un príncipe para los ojos de su damisela, fin.
Los pequeños se levantan y aplauden emocionados.
—¿Abuela, nos lees otro libro? — pregunta el pequeño Nicolas, sus ojos verdes oliva brillan llenos de inocencia y ternura, no puedo contener mi sonrisa.
—Claro que sí, pero antes vamos a cenar que su abuelo y sus padres nos están esperando — declaro, ellos se levantan emocionados y salen corriendo entre risas y grititos.
Me levanto lentamente y con cuidado, apenas cruzo las puertas de la habitación cuando me detengo al sentir unas manos en mi cintura, sosteniéndome, y que podría reconocerlas en cualquier lugar.
—Te amo — susurra Damián, yo cierro los ojos soltando un suave suspiro.
—Yo te amo más cariño.
Y al abrirlos veo a sus hermosos ojos, lo veo a él, a mi príncipe y aunque ya estamos un poco viejos y con algunas canas, no dejamos de amarnos como desde la primera vez.
Sostengo su mano y salimos de la biblioteca juntos.
"Y como se juraron algún día, hasta que la muerte los separe "
