Una vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...
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Ayudo a Damián a bajar las gradas, puede que estemos llegando un poco tarde a desayunar, cuando llegamos a la parte baja veo una cabellera roja brillar en medio del pasillo, me detengo un segundo.
Alec me sonríe a lo lejos sosteniendo sus manos entrelazadas con Lili quien sostiene su pequeño vientre redondo.
—No me jodas.
El hombre a mi lado suelta mi mano cuando mis dos mejores amigos vienen corriendo hacia mí, me abrazan con cariño, y algunas lagrimas se me escapan al ver a Lili embarazada.
—Espero que te hagas responsable y no apliques la típica de; cariño voy a ir por cigarros. — le digo a Alec, mi amigo rueda los ojos y escucho carcajadas a mi lado, Damián y Lili ríen ante mis palabras.
Se los presento como mi novio, recibí varios reclamos por haber desaparecido estas ultimas semanas y ellos unas cuantas palabras molestas de mi parte por no enterarme antes de lo que sucedía.
Juntos caminamos, Alec se lleva de maravilla con el príncipe a mi lado, quien sujeta mi mano y tiene una bonita sonrisa en sus labios, Lili me va contando todo lo que tuvieron que vivir en estos meses, tiene casi cinco meses, me dijo que de un día al otro su vientre se hincho y desde ese momento Alec no ha parado de ser, casi, como un esclavo de ella.
Cuando entramos al comedor ya están esperándonos toda la familia real y cuando digo toda, es toda la familia real.
Damián me presenta como su novia y yo presento a mi familia.
Alec y Lili también son mi familia, mi hermana quien sujeta a Liam junto a Jack me sonríe y cuando mira a Damián por primera vez no puede aguardar mucho sus lágrimas, mi ahora, ex guardaespaldas sujeta a su hijo permitiéndole a Catherine acercarse y envolver en sus brazos al príncipe.
—Nos asustaste mucho, no sabes lo feliz que estoy de que sigas con vida Damián, como le íbamos a explicar a tu sobrino que su tío no estaba, no quiero volverlo a imaginar, solo espero que, ahora, por fin sean felices los dos. — habla mi hermana en voz baja para que solo nosotros podamos escucharla.
Damián la vuelve abrazar, y cuando ya estamos todos mas tranquilos la reina habla.
—Pasen a la mesa, muero de hambre — se queja al final provocando una carcajada general.
Nos sentamos juntos, el sujeta mi mano casi todo el tiempo, me sonríe y habla con todos, mi corazón se acelera en cada toque, al escuchar el leve cambio de su tono de voz cuando se dirige a mí, sus ojos brillar cada vez que nuestras miradas se encuentran y maldita sea, no puedo creer lo feliz que me hace este hombre.
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—¿Estoy bien? —pregunta por vigésima vez Nicole en menos de cinco minutos, me levanto y sostengo sus manos.
—Estas perfecta — respondo mirándola a los ojos.
Lleva un hermoso vestido blanco, con un velo que cae por su espalda, su maquillaje hace resaltar su mirada, ahora emocionada y nerviosa, su cabello lo lleva en un bonito recogido, se ve como una princesa.
