—Juro que matare a Jack — se digo a Nicole, quien está a mi lado soltando varias carcajadas y yo estoy toda empapada, llena de lodo.
—No es para tanto — dice intentando calmar su risa, yo la miro enojada y me sonríe inocentemente.
—¿¡No es para tanto!?, si Jack no llega en un minuto juro que lo asesinare, lo decapitare y sus ojos le daré de comida a apolo.
Ella me mira con los ojos abiertos ocultando su risa, estoy muy furiosa y cuando lo estoy digo estupideces.
—No creo que apolo coma ojos.
Escucho la voz de Jack detrás de mí, yo me giro y le doy un golpe en el pecho.
Ahora les contare que sucedió.
Unas horas antes...
Camino junto a Nicole, se supone que todas teníamos que ir a un partido de golf, donde nos presentaríamos con personas importantes para tener mas contactos, así que aquí estamos, claro que solo las dos íbamos a participar ya que somos las únicas que sabemos jugar.
A mi padre solía encantarle jugar, me enseño junto a mi hermana, además ya estaba aburrida dentro del Palacio, y estar aquí me ayuda a despejarme.
Nos dirigimos a un puente, hay un lago gigante y se supone que la persona que lanzaba mas lejos la pelota gana.
Me pongo en posición lista para lanzarla, cuando a mi jodido guardaespaldas se le ocurre hacerme asustar, estoy tan concentrada que no noto cuando se coloca detrás mio y grita en mi oído.
—¡Jack! — grito a la vez que caigo al agua, mi pie tropieza con una roca y en segundos estoy empapada.
Me tenso de pies a cabeza a la vez me intento impulsar hacia arriba, donde caí no era profundo, pero si había lodo y lo peor de esto era que en un par de horas iremos a almorzar con los reyes.
—¿Estas bien? — pregunta un Jack preocupado y lo único que hago es lanzarle un puñado de lodo al rostro.
Nicole me ayuda mientras él se apresura a buscarme ropa limpia
'''''''''''''
Presente.
—Lo siento Eli — se disculpa en cuanto salgo del baño ya limpia, cambiada y arreglada, lo ignoro mientras entramos al restaurante.
—¿Que tengo que hacer para que me perdones? — suena arrepentido, se pasa la mano por su cabello logrando desordenarlo y unas meseras suspiran enamoradas al verlo, yo arqueo una ceja, pero continúo caminando, en silencio.
—Usa esa nuez de cerebro para que soluciones eso, porque va hacer muy difícil que te perdone —dice el guardaespaldas de Nicole apareciendo a nuestro lado junto a ella, nos hicimos buenas amigas después de que entre a su habitación, al menos el pobre hombre a su lado ya tiene un poco más de cabello.
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El Príncipe Damián
Teen FictionUna vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...