Camino por los fríos pasillos esperando a Jack, ya que el niño pensó que era buena idea salir a la piscina, lo llevo esperando más de 20 minutos, pero el simplemente desapareció, y yo sigo aquí en medio del palacio, con un corto vestido encima de mi terno de baño, casi semidesnuda, claramente mi plan no era darme un recorrido por el lugar, así que no me queda más opción que esperar que el me encuentre, porque por el momento estoy perdida.
Me sobresalto al sentir una mano en mi brazo, un leve jalón y luego me da vuelta, pero no reconozco quien es hasta que escucho su voz.
—Shsh..., estamos jugando a las escondidas y créeme no es muy bonito que te encuentren — dice un niño que se parece mucho al rey Ares, inmediatamente recuero quien es, el hermano menor de Damián, Dorian. yo sonrió de lado y el vigila el pasillo divertido.
—¿Me puedes contar como sucedió todo esto?, estaba un poco perdida y no logre llegar a la piscina — se lo cuento, el asiente con una hermosa sonrisa en sus labios, es casi idéntico al rey.
—Veras, yo estaba jugando con Damián, luego sonó una campana y salió Jack de la nada, comenzó a dar el típico discurso diciéndonos que íbamos a jugar a las escondidas, con mis hermanos comenzamos a salir de la piscina y Jack les explico a las chicas, técnicamente consiste que a la que Damián encuentre tendrá que hacer algo muy vergonzoso, algunas chicas no se arriesgaron y otras sí, creo que tú también estas ahora en el juego ¿cierto?— me explica con rapidez, no lo pienso mucho antes de asentir con una sonrisa, esto será divertido.
Miramos el pasillo una vez más, estamos escondidos en un rincón, los dos escuchamos pasos rápidos y nos ocultamos acercándonos más a la pared, cubro mi boca al igual que Dorian, las risas son sofocadas, respiro lentamente rogando que no sea Damián.
La persona pasa por nuestro lado sin fijarse y sigue, luego de unos segundos Dorian mira el pasillo, no hay nadie, los dos soltamos un suspiro de alivio y sonreímos.
—Bueno me retiro, si quieres puedes venir conmigo, tengo el escondite perfecto — dice orgulloso, yo asiento, los dos salimos lentamente y corremos por los pasillos, lamentablemente alguien sale corriendo de una habitación logrando que colisionemos, logrando golpearme un poco, es Jack quien ahora me mira divertido, sin pensarlo dos veces le doy un golpe en el pecho.
—¡Eres un idiota!, ¡me dejaste esperando y ahora me golpeas! — grito entre susurros mostrando mi indignación, el ríe por lo bajo, como siempre burlándose.
—Está claro que no fue porque quería que Damián te encuentre y hagas algo muy ridículo o vergonzoso ¿cierto? — Su ironía me hace enojar, lo miro furiosa sintiendo a Dorian a mi lado inquieto mirando cada cierto tiempo el pasillo e impaciente a que acabe mi pequeña discusión con su primo.
Le doy una ultima mirada molesta a mi guardaespaldas y me concentro en el niño a mi lado.
—Vamos— le susurro a Dorian, asiente, pero en cuanto gira sobre sus talones me congelo al escuchar a Jack a mis espaldas.
—¡Elissa está cerca de la cocina! — grita, yo lo miro con los ojos bien abiertos.
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El Príncipe Damián
Teen FictionUna vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...