Elissa Parker.
—Joel, llévate a esta lunática de aquí, no quiero verla en mi vida y encárgate de Sky — ordena Damián, todos estamos petrificados.
Está vivo.
Su pecho sube y baja con tranquilidad, sus ojos recorren a su alrededor, sus piernas sosteniendo su cuerpo, él está aquí.
—Damián — jadea su madre, se miran por unos segundos hasta que ella sale corriendo a su encuentro, lo envuelve en sus brazos mientras solloza, su padre se permite llorar y los abraza a los dos.
Lleva un bastón que logra darle estabilidad y se aferra a él, mientras unas cuantas lágrimas se resbalan de sus mejillas sintiendo de nuevo a sus padres, cuando se separan, Jack me suelta y corre a abrazarlo.
—La próxima vez que finjas tu muerte por favor dígnate en decirme.
Jack bromea y Damián ríe, un escalofrío me recorre al escucharlo de nuevo.
Estoy paralizada en mi puesto, simplemente mi cerebro no lo procesa por completo, él se acerca despacio y cojeando hacia mí.
—Hola cariño.
Se escapa de mi un sollozo, el sonido de su voz acaricia mi corazón, con una pequeña sonrisa en sus labios y con sus ojos brillando me mira como lo hacía antes, sin pensarlo dos veces me lanzo hacia adelante abrazándolo mientras las lágrimas caen sin cesar de mis ojos, sus manos me envuelven con delicadeza, es real.
Está aquí conmigo.
—Eres un idiota. — me alejo un tanto brusca saliendo de sus brazos, todos me miran sorprendidos. —Un idiota al que amo como no tiene idea.
Su risa hace que la calidez regrese a mi pecho, miro sus preciosos ojos y mi respiración falla por unos segundos.
—Lamento todo, lo siento — mi voz se rompe al decir esas palabras, recordando lo que paso durante estas semanas
—No llores cariño, ya no más.
Levanta mi mentón y acaricia mis mejillas limpiando mis lágrimas.
—Te amo.
Su sonrisa y su mirada llena de amor hacia mi me dice que tenemos otra oportunidad, sentir su respiración me hace aferrarme a nuestra nueva vida juntos.
—Lo se linda, lo sé — dice antes de unir nuestros labios, y siento como mi sistema nervioso explota, mi cuerpo entero se derrite contra él, al volverlo a sentir.
Lo beso lentamente, lo saboreo y acaricio sus labios, siento mi corazón acelerarse dentro de mi caja torácica e inmediatamente muero por más, pero tomo distancia cuando el oxígeno comienza a faltar.
—Realmente pensé que te perdí — susurro con la voz entrecortada, el me envuelve entre sus brazos acercándome a su pecho, escucho su corazón latir.
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El Príncipe Damián
Teen FictionUna vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...