Recorro el salón donde están varios periodistas, las cámaras enfocan a cada una de nosotras.
Jack está a mis espaldas cuidándome, las chicas entramos y por primera vez desde que estoy en este concurso llegue temprano, obviamente mi gran amigo guardaespaldas me felicito, entre con ellas, todas sonreímos y saludamos a la cámara ya que éramos invitadas.
Me siento alado de una chica muy bonita, su cabello rojo parece fuego, su piel lechosa y sus ojos verdes, si escogen a una chica espero que sea ella, si tiene hijos con Damián serían hermosos, aunque de sólo pensarlo con otra chica me molesta, me remuevo desviando esos pensamientos.
Miro mi vestido, es de color vino, elegante y al mismo tiempo simple, unos tacones negros y mi cabello va recogido en un moño dejando a la vista el decorado de la espalda, sinceramente es muy hermoso, las chicas hicieron un buen trabajo, apenas y llevo maquillaje, pero cuando me vi en el espejo estoy segura que me veo bastante bien.
Todos nos ponemos de pie y hacemos una reverencia al ver a toda la familia entrar al salón, veo como los hermanos tienen un brillo de diversión en sus ojos e intentan ocultar su sonrisa, nos sentamos en cuanto nos lo permiten, luego de un momento el rey comienza hablar, hacen esto cada viernes, es una rueda de prensa para informar al país sobre lo acontecido en el reino.
Hay de todo tipo de prensa, ya que ahora que estamos nosotras la farándula hacen presencia, los periodistas nos mira y creo que hablan de cada chica, aún no hay una presentación individual, esta se dará en unos días con las chicas que queden, ahora somos diez.
Luego de media hora toman un receso, es el momento, justo ahora o nunca lo hago.
Me pongo de pie ya que todos lo hacen y me acerco a Jack quien me mira divertido y con burla.
—¿Dónde debo hacerlo? — preguntó, el me sonríe, toma mis brazos y me coloca frente a todas las cámaras, donde el antes estaba.
—Comienza— ordena en un susurro, frunzo el ceño, sé que los hermanos me ven y los curiosos también.
Hazlo, hazlo, termina con el sufrimiento rápido.
Suelto un suspiro de resignación, acerco mi mano a mi boca, cierro mis ojos y la beso apasionadamente, dios, no puedo creer que este haciendo esto, sólo cierro los ojos y cuento diez segundos en mi mente.
—Te falta algo—susurra Jack, mis ganas de golpearlo incrementan.
—Mmm mi amor — gimoteo y muero de vergüenza, nunca más abriré los ojos.
Cuando terminó le doy un beso corto a mi mano y abro los ojos, al parecer la prensa rosa me grabó, todos me miran en silencio y en cuestión de segundos Damián suelta una carcajada mientras se tapa el rostro, los hermanos también, Jack no puede más con la risa y yo tapo mi rostro mientras rio, creo que estoy más roja que la sangre que corre por mis venas.
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El Príncipe Damián
Подростковая литератураUna vida llena de reglas y algunas restricciones, un padre un poco estricto, una madre llena de energía y ganas de vivir, una hermana rebelde, un hermano que pienso que es adoptado, pero mis padres insisten que no lo es, aun así, lo amo y, por últim...