Zero sabe lo que es la amistad, también sabe lo que es el amor, tiene una familia que le ama con pasión, sabe lo que es tener una buena vida, porque ya la vivió, solo que su futuro se ensombreció el día que en su hermano murió.
Muchas cosas cambiar...
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Zero.
Una vez abandono el baño y dejo atrás a una agitada y sonrosada Jake, subo rápidamente las escaleras hacia mi habitación, cierro de un portazo y me quedo de pie en medio de la misma. No sé qué ha pasado, pero eso fue demasiado intenso.
– Joder – murmuro mientras tomo mi ropa y comienzo a vestirme.
Solo quería molestarla un poco ponerla nerviosa, era todo, pero ese puto beso se sintió demasiado bien, por primera vez en mucho tiempo, me olvide de toda mierda y me sentí completo, como si sus labios suaves y carnosos fueran la pieza faltante, como si su cuerpo pequeño y menudo fuera esa parte que mí, que ahora simplemente falta y que perdí cuando mi hermano gemelo murió.
Por primera vez en algunos años mientras besaba a Jake, volví a sentirme como Zero, el chico jodidamente decidido que tenía una vida por delante, sueños y metas, ese que sabía lo hacía y porque lo hacía, me sentí vivo y no esa extraña sensación de que la vida pasa por mí y no estoy viviéndola. Suspiro frustrado porque hacia demasiado tiempo que no me sentía así, ya hasta había olvidado como es sentirse realmente bien cuando una chica te besa.
Si estoy constantemente con chicas, pero lo hago por pasar el rato, por no pensar en nada más que la sensación física y el placer, por embarrar todos mis sentidos de lujuria y deseo y no pensar o sentir nada más que eso, pero con ella, todo se juntó y no solo ha sido intenso ha sido más de lo que soy capaz de comprender. Tomo mi teléfono y busco a la última chica con la que folle y la llamo.
– Evans no puedo creerlo – responde al tercer toque y suspiro, no soy de llamar a las chicas
– ¿estas ocupada?
– ¿Por qué? – suspiro
– paso por ti y
– oye Z espera, no crees que estas saltándote ¿algo?
– ¿el qué? – pregunto perdiendo la paciencia
– solo estas llamándome para follar ¿verdad? – respiro profundo y paso mis manos por mi cara
– ¿verdad o mentira? – la escucho reír
– no hace falta que mientas, estaré lista en 15 minutos, vienes hasta mi casa ¿no? – rio
– sí, está bien, estoy en casa, demorare unos 30 en llegar allá
– Vale, nos vemos – finalizo la llamada sin decir nada más.
Cuando salgo de mi habitación, Tyler lo hace igual y me detengo en seco.
– Nos vemos bro – dice tendiéndome su puño, lo golpeo y su ceño se frunce
– ¿estás bien? – Dice estudiando mi expresión – Dijiste que no saldrías – concluye mirando mi aspecto y suspiro
– No saldré, vendrá una amiga – respondo simplemente encogiéndome de hombros el ríe negando con la cabeza y se gira para irse.
