Zero sabe lo que es la amistad, también sabe lo que es el amor, tiene una familia que le ama con pasión, sabe lo que es tener una buena vida, porque ya la vivió, solo que su futuro se ensombreció el día que en su hermano murió.
Muchas cosas cambiar...
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Brook.
Mientras recojo el desastre que armamos junto a los demás, Zero se acerca a mí pero lo evito y me voy lejos, no voy a mentir diciendo que no lo estaba pasando bien, porque en realidad me divertía y verlo reír como lo estaba haciendo, fue algo realmente genial. Son pocas veces que lo he visto reír así y debo ser honesta esa sonrisa me mato.
Después de algunos minutos recogiendo brochas y lavando botes, escucho a una de las chicas suspirar a mi lado observando hacia un costado, cuando me giro la escena me hace abrir los ojos como platos, Charlie, Kyle y Zero están cerca de la manguera sin camisa, lavando sus brazos llenos de pintura, sus caras y sus cabellos. Sarah se acerca a mí con una sonrisa pícara en los labios y suspira sin despegar los ojos de los tres.
— Son una jodida tentación — rio negando con la cabeza, mientras ella suspira una vez más y me guiña un ojo antes de echarse andar hacia ellos.
Cuando los alcanza le quita la manguera a Zero de las manos le sonríe y comienza a hacer lo mismo que ellos, solo que no se quita ninguna pieza, en cuestión de segundos su ropa está totalmente mojada y adherida a sus curvas, Charlie la ve mordiéndose el labio inferior mientras Kyle ríe divertido y por extraño que parezca Zero tiene sus ojos fijos en mí.
Cuando hacemos contacto visual me regala una media sonrisa, de esas arrogantes que suele llevar en el rostro cuando sabe que esta siendo el centro de atención, pongo mis ojos en blanco y continúo con lo que estaba haciendo. Después de un rato hemos terminado de reunir las cosas y soy la única que queda aún manchada de pintura.
Me acerco a la manguera que está en el suelo cerca de la llave del agua, una vez junto a esta, la abro y comienzo a lavar mis manos, quito todo el rastro de pintura y observo mi franela gris suspiro y tiro del borde para quitármela, cuando termino que elevo mis ojos Zero esta frente a mí.
— ¿podemos hablar? — Suspiro y continuo con mi labor sin contestarle — ¿Por qué tienes que hacer todo tan complicado? Estoy tratando de disculparme joder — suelta exasperado logrando que me ponga en pie y lo mire fijo.
— ¿llenarme de pintura es tu idea de disculpa? — pregunto enarcando una ceja, el suspira y niega
— Tu empezaste y no iba a quedarme con esa — niego con la cabeza y vuelvo a inclinarme para lavar mis brazos — escucha, lo siento ¿sí?, tanto los problemas que te cause hoy como lo que paso el otro día — sonrió de lado porque vuelve acercarse a mi
— mira Zero no sé de qué rayos va este jueguito tuyo de un día si quiero acercarme otro día no, pero en serio no soporto las personas bipolares — en cuanto digo esto sus cejas se elevan y sonrió divertida — me basta con que seas jodidamente toxico como para agregarle este detalle a la formula — pone sus ojos en blanco y luego suspira
— solo vayamos hablar a otro lado ¿quieres? — dice perdiendo la paciencia y tomándome de la muñeca para guiarme, pero me libero
— escucha Evans no soy una de las chicas que puedes tratar como un simple desecho ¿entiendes, que es lo que quieres ahora?
