Capítulo 30 - ¿Sueño o realidad?

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Zero.

Mi único objetivo últimamente consiste en olvidarme de toda mierda, inclino una vez más la botella y bebo y largo sorbo, ya no soy muy consciente del número de cerveza que he tomado y tampoco me importa. Sabía que era una maldita idea regresar a casa, sabía que esto pasaría sin embargo tontamente creí que las cosas podían salir diferente.

— oye deberías para un poco — la chica que tiene cerca de tres hora atendiéndome del otro lado de la barra me habla y rio

— Tranquila estoy perfectamente bien — ella me mira con seriedad

— Pues no lo parece — me encojo de hombros y sonrió de lado

— si no te importa solo limítate a traerme las cervezas cuando te las pida — su expresión de enojo se manifiesta de inmediato.

Murmurando alguna cosa que la verdad no presto atención se aleja y saco otro cigarrillo, la ansiedad cada vez es mayor y no entiendo porque no he logrado calmarme. Tras cada calada siento que me asfixio y no entiendo cuál es el puto problema además de lo evidente. Suspiro una vez más frustrado porque en serio esto es una mierda.

Termino la cerveza que bebo y pido otra, esta vez no es la chica de linda sonrisa quien la trae es un sujeto con expresión de pocos amigos, la deja frente a mí y me dedica una mirada intimidante. Tomo la botella sonrió de lado y la levanto en señal de brindis antes de beber un sorbo, el tipo me fulmina con la mirada pero no dice nada.

— Idiota — murmuro cuando ha dado un par de paso lejos de mí.

Se detiene y se gira lentamente, deshace sus pasos y se coloca frente a mí con las manos apoyadas en la barra, lo reto con la mirada.

— ¿acaso me dijiste idiota? — pregunta con voz ronca

— Puede — respondo encogiéndome de hombros y dando un sorbo más a mi cerveza.

— Bien chico creo que has bebido suficiente — hace una pausa observándome y le hago un gesto con la botella para que continúe hablando — largo — espeta de forma brusca y rio

— Estamos en un país libre, además pagare por esta cerveza — el tipo se endereza y aprieta sus puños

— No voy a repetirlo, largo — esta vez rio con más ganas

— ya ves por qué te dije idiota, lo repetiste — doy un sorbo a la cerveza hasta que siento que alguien tira de mi bajándome del banco en el que estoy sentado.

Cuando me giro otro sujeto dos cabezas más alto que yo está mirándome mal, es un enorme gorila con expresión asesina, suspiro y niego con la cabeza, quizás justamente esto es lo que necesito que me medio mate un gorilon.

Doy otro sorbo a la botella y la dejo sobre la barra, antes de girarme y golpear al sujeto en la cara, en cuestión de segundos su puño esta sobre mi estómago dejándome sin aire, me sujeta de la cazadora y me empuja fuera sin detenerse a ver si estoy bien, cuando abre la puerta del bar me empuja y caigo al suelo.

— Agradece que estoy de buen humor hoy, ahora lárgate — me espeta antes de cerrar la puerta.

Como puedo me pongo en pie, tratando de recuperar el aire que el golpe ha sacado de mis pulmones, camino despacio hasta mi auto, que está a una cuadra de aquí. Tambaleándome llego hasta él y rebusco en mis bolsillos la llave, una vez la encuentro demoro algunos minutos en lograr abrirla.

Malhumorado ingreso al auto me quedo un rato sentando mirando a la nada, pensando en la maldita mala suerte que tengo, ni siquiera he conseguido que un gorilon quiera asesinarme porque lo golpee porque quise. Suspiro y cierro mis ojos antes de intentar llevar la llave al contacto y encender el auto.

Zero Feelings ©️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora