Capítulo 40 - Conversaciones complicadas

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Brook.

Me pego más a él como respuesta a la sensación cálida que su cuerpo despide, abro los ojos somnolienta y observo como la noche ha llegado y la oscuridad nos envuelve, busco su rostro, esta relajado y profundamente dormido no puedo evitar suspirar al saber por todo lo que ha pasado y lo que seguramente debe estar pasando, al saber que su madre lo culpa por el accidente y seguramente él también se culpe.

Aprovecho el momento de hacer algo que ahora me causa más curiosidad que nunca, curiosear sus tatuajes, despego un poco mi cabeza de su pecho y detalle una vez más ese que tiene sobre el pecho, trazo las líneas con mis dedos, me pregunto ¿Por qué en casi todos sus tatuajes hay triángulos, será la representación de él y sus dos hermanos?

Mis ojos se desvían involuntariamente a su abdomen donde los abdominales están marcados a la perfección, deslizo mis dedos sobre ellos y suspiro una vez más hasta detenerme en la sexy V que forman sus oblicuos, la sabana cubre su piel a partir de ese punto y sonrió de lado al recordar cómo es tener a Zero Evans dentro de ti, muerdo mi labio inferior y continuo admirando su cuerpo.

Me muevo con cuidado para tener una mejor visión de él, pero al notar mi ausencia él se remueve y abre sus ojos, esos que me deslumbran y me idiotizan al instante, pestañea somnoliento y al fijas sus ojos en mi sonríe de lado.

— Hola — murmura con voz ronca por el sueño

— Hola — es todo lo que me deja decir porque con suavidad vuelve a acunarme y pegarme a su cuerpo.

— ¿Qué haces despierta? — murmura acariciando mi brazo con delicadeza

— Acabo de despertarme, ¿estás bien? — preguntó en voz baja sin ánimos de cambiar su humor.

— Sí, tenía siglos que no dormía en la tarde un domingo — comenta en tono divertido y suspiro.

— ¿Quieres hablar...

— No, por favor Jake no quiero hablar de eso y no me presiones para hacerlo — me corta mucho antes de si quiera poder continuar con la pregunta, suspiro una vez más y guardo silencio — tampoco estoy diciéndote que no hables más — murmura divertido y lo veo.

Esa media sonrisa pícara esta dibujada en sus labios, suavizando sus rasgos, sonrió también de vuelta y me impulso para besar sus labios, el responde con suavidad y yo suspiro en medio del beso haciéndolo reír. Me separo para verlo otra vez porque creo que se está burlando de mí.

— ¿Estás riéndote de mí? — el niega con la cabeza y toma mi nuca acercándome nuevamente a sus labios.

Esta vez el beso es mucho más apasionado, justo como Zero suele besarme, una de sus manos reposa en mi nuca y la otra aprieta mi cintura contra él, cosa que hace que mis pechos desnudos se peguen más a su piel, haciéndome que mi cuerpo se estremezca, no sé por qué estar así con Zero es una experiencia que suele dejarme en las nebulosas.

El beso se prolonga por unos segundos más antes que vuelva a abandonar mi boca, cuando lo hace es el quien suspira y soy yo esta vez quien sonríe, el imita el gesto y me observa en silencio antes de apartar algunos mechones de cabello de mi rostro.

— Tengo que llamar a los chicos deben estar preocupados — murmura haciendo que mi ceño se frunza

— ¿Por qué? — desvía sus ojos y rasca su nuca con cierta incomodidad — ¿Qué paso?

— Ayer papa me llamo para decirme que habías estado en casa — inicia y mi cuerpo se tensa, sabía que eso pasaría — pues hice un desastre en mi habitación y salí sin avisarle a nadie... — no lo dejo terminar

Zero Feelings ©️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora