Capítulo IX

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Al entrar vio a su padre a su madre y la vio a ella, una preciosa chica de ojos verdes y cabello negro como la noche que caía en perfecta sincronía formando una cascada de risos brillantes.

- Draco ella es Calista Lestrange, tu futura esposa. Dijo sin más Lucius embozando una sonrisa de triunfo.

Draco miró a la joven, era linda pero él vacío en su estómago crecía cada vez más. No pudo más que hacer un gesto con la cabeza, no le salió ninguna palabra de la boca a pesar de que Lucius lo miraba enarcando una ceja apremiando para que dijera algo.

- Yo creo Lucius que hay que darles espacio. Opinó Narcissa viendo la incomodidad de los dos jóvenes.

- Está bien, más tarde hablaremos del compromiso. Dijo enfatizando esa última palabra.

Los dos adultos salieron del despacho y Draco se quedó parado mirando hacia la puerta, no tenía idea de que decir.

La chica carraspeo y lo miró de arriba abajo.

- No se equivacaba mi madre al decir que tenía un primo muy apuesto. Dijo la chica sonriendo.

- Y tú me recuerdas a ella. Gruñó Draco, no pudo evitar que un escalofrío le recorriera la espina dorsal.

Ella hizo una mueca que al parecer Draco interpretó como de molestia.

- Dejemos las formalidades atrás y quitemos nuestras caretas, ambos sabemos que esto es solo un arreglo, jamás me ha gustado la tradición de mi familia de casarse entre primos. Dijo Draco caminando de un lado a otro.

- Lo mismo opino yo. La joven dejó a Draco con la boca abierta.

- ¿Que? Creías que venía desde Francia ilucionada y entusiasmada por conocer a mi futuro esposo?

- Si. Admitió Draco,  efectivamente eso pensaba.

- No Draco, yo al igual que tú estoy reticente ante este matrimonio, lo hago sólo por el contrato que hay de por medio, contrato que dejo mi linda y loca madre. Dijo sentándose y cruzando las piernas.

- Entonces cuanto más rápido acabe está farsa mucho mejor, nos vamos a casar y nos iremos lejos, pienso buscar una falla en ese contrato que pueda liberarnos cuanto antes. Repuso Draco a Calista que lo miró interesada.

- Hablas en serio? ¿Crees que se pueda hacer algo como eso?

- Puede que sí, tengo que ver los términos en los que se trabajó dicho contrato pero mantengo la esperanza de que pueda deshacerse. Draco  abrió la puerta para dejar salir a Calista y luego caminar detrás de ella.

Ambos jóvenes bajaron a la sala de estar donde los padres de Draco los esperaban.

- ¿Y? Hay algo que quieran decir? Preguntó Lucius mirando a los jóvenes.

- Yo quiero ver el contrato de matrimonio. Pudio Draco mirando a su padre.

- Lo harás claro que sí, deben conocer ambos las clausulas. Le respondió Lucius levantado el bastón y dando un golpe en el suelo. Al instante frente a él aparecer un pergamino que tomo con una mano y se lo pasó Draco.

Draco lo tomó y comenzó a leer, habían clausulas que fácilmente podía cumplir, pero había un par que no.

- ¿Hijos?  Preguntó mirando a Calista y luego a Lucius.

- No veo en problema, al cabo de dos años  deberán de darnos un heredero. Dijo su padre sonriendo.

- Y si no queremos hijos aún? Yo quiero estudiar Padre. Draco estaba enfrentandolo pues estaba enfadado.

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora