Capítulo XXVIII

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Porque cada momento importante en nuestras vidas tiene un fin... Así como la noche y el día.
Así llegó a su fin la pequeña Luna de miel que los dos enamorados habían construido sin proponérselo.

Ya era noche y los dos jóvenes habían pasado el día caminando por la playa, recostados en la arena, abrazados en la Hamaca, mirando el aparato Muggle, como lo llamaba Draco (la TV) como una pareja normal de enamorados, luego se dejaban llevar por la pasión y se amaban sin control.

Así que cuando el día había llegado a su fin ambos amantes (Porque eso eran) estaban listos, más no muy dispuestos a volver a sus vidas y enfrentar el mundo.
Como no llevaban equipaje no tenían nada que arreglar así que Draco sólo le entregó a Hermione un vestido sencillo y ella se puso los mismos zapatos que uso el día de su frustrada boda.

Ella volvería a Grimmauld Place, y el a la Mansión Malfoy. Ella tenía una mirada triste que Draco notó desde hacia rato pero no quería tocarle el tema para evitarle más dolor.

- ¿Estás lista?

- Sabes que no...pero debemos volver Draco y arreglar todo, debo hablar con Theo pedirle una disculpa por todo lo de la boda y... ¡Harry! ¡Estoy segura que va a matarme oh Merlín!

Draco la tomó de los hombros y la abrazó para tranquilizarla, la verdad esa situación era difícil hasta para él. Considerando que aún estaba casado con Calista.

- Tranquila amor...todo estará bien, sólo mírame y prométeme que serás paciente... encontraré a quién ha querido separarnos pero debes confiar en mí está vez ¿ok?

Ella asintió, la última vez que había confiado en él algo había pasado pero con el tiempo comprendía que Draco era sincero con ella, así que ahora sí confiaría en Draco plenamente.
Ella lo abrazó y le dio un tierno beso en los labios para darle a entender que sí confiaba en él.

- Está vez no seré tonta. Dijo sonriendo.

- No eres tonta, solo te dejaste llevar por el instinto natural de la mujer: lo celos y su intuición femenina.
Ella rodó los ojos, aunque era verdad.

Draco le tendió la mano y ella la tomó, era hora de volver.
La abrazó y en un momento se encontró dando vueltas en un torbellino de colores y luego  sus pies tocaron tierra.

Cuando abrió los ojos estaba en lo alto de la torre del Big Ben.
Hacia frío así que se abrazó así misma para calentarse un poco.

- Te veré mañana en San Mungo...debo verificar el estado de Calista.

- Está bien amor, yo iré a la Mansión creo que mi padre estará furioso. Afirmó Draco imaginando lo que le esperaba al llegar.

Draco la acercó a su pecho y le dio un beso en la cabeza.
Luego la apartó y la volvió a besar con ternura, una ternura que ni él sabía que podía demostrar que se sorprendió por ello.

Cuando ella y Draco se aparecieron en sus respectivas casas cada uno debía entregar cuentas.

Hermione por su parte llegó a Grimmauld Place y entró sin hacer ruido, no quería despertar a nadie para ella mejor si la veían hasta el día siguiente.

Caminó despacio hasta su habitación y abrió sin hacer ningún ruido.

- ¡Así quería atraparte Hermione!

Ella cerró los ojos y se volteó lentamente para enfrentar a su muy evidentemente enojado Hermano.

- ¡Harry!

- ¿Harry? ¿Desapareces el día de tu boda sin dejar rastro, regresas dos días despues y es lo único que dices? Preguntó el azabache cruzando los brazos.

- No...Harry yo...lo siento se que te debo una explicación de todo pero porfavor escúchame si...no tengo justificación.

Harry descruzo los brazos y luego la abrazó haciendo que ella se sorprendiera.

- Mione...estaba tan preocupado, fuí al ministerio de magia, llamé al departamento de seguridad mágica y me ayudaron a buscarte, incluso puse una denuncia Hermione.

La castaña se llevó las manos a la boca asustada.

- ¿Una denuncia? ¡Harry no! Esto está mal...yo debí decirte antes todo lo que estaba pasando con Draco Discúlpame Harry no tuve el valor de decirte creí que no te gustaría la idea porque fuimos enemigo en el colegio...pero él cambió es distinto.

Harry hizo un además con la mano para que ella se callara y lo dejara hablar.

- Lo sé...

- ¿Que es lo que sabes? Ella lo miraba con el entrecejo fruncido.

- Todo lo de Malfoy y tú, que están enamorados, y toda esta cosa del secuestro, sé todos, y también sé lo que dices y te creo. Draco Malfoy cambió, lo supe desde esa vez que evitó que Ron te golpeara y te llevara con él. Desde esa vez sospeche también que algo sentía él por ti y que tú también sentías algo por él porque desde ése día eras otra Hermione,  Lo que me molesta es que no confiaste en mi.

Hermione tenía sus ojos cristalizados, y se sonrojo un poco al saberse descubierta por su hermano desde hacía mucho, y se sintió tonta al no haber confiado en él. ¿Como pudo haber dudado de Harry? Era su hermano y desde que se conocieron  no había secretos entre ellos.

- Lo siento Harry, lo siento mucho fui una completa tonta he inmadura, debí contarte todo como siempre lo hago.

- Si.. debiste.

- Entiendeme sí, es que Draco estaba comprometido y no quería que tú pensaras mal de mí, que estaba interfiriendo en una relación, o algo Así.

- De todos modos eres mi hermana y mi familia, tú nunca me diste la espalda en nada a mí, yo haría lo mismo por ti. Sentenció el azabache.

- Lo se Harry gracias, fui una completa inmadura. Repuso Hermione mirando sus zapatos.

- ¿Y te jactas de ser la mayor?
Le acuso Harry dándole una severa mirada.
Hermione agachó más la cabeza, de verdad estaba avergonzada con su hermano por ocultarle cosas.

Harry la abrazó y le acarició su cabello, luego le dio un ligero beso en la frente como hacia siempre.

- Te quiero Mione, y sólo quiero verte feliz.

- También te quiero Harry, gracias por ser tan buen hermano. Dijo la castaña sonriéndole.

Ambos hermanos abrazados en la entrada de la habitación de Hermione, fueron interrumpidos por una voz mayor muy jovial.

- Ahhh si Regulus y yo hubiéramos sido asi de cercanos, creo que habría venido conmigo a decirme lo que pasaba con Voldemort y ahora estaría vivo.

- ¡Sirius! Los dos jóvenes se separaron bruscamente por la interrupción y la impresión.

- Que bueno verte Hermione, me alegra que Draco te haya liberado... Bromeó Sirius levantando las cejas juguetonamente. Hermione se sonrojo sobremanera y miró a Harry nerviosa.

- De todos modos cuando todo esto termine tengo un par de palabras para tu Hurón saltarin.

Los tres se echaron a reír con ganas, Herms estaba aliviada de que todo resultara bien con Harry.

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora