ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

Capítulo XLI

Todos se quedaron de piedra cuando Harry dijo que habían detenido a Lucius Malfoy.

Draco temía la reacción de su madre pues Narcissa no tenía idea de que estaban investigando a su esposo.

Miró con cuidado a su madre y vio que ella estaba pálida.

- ¿Como que tienen a Lucius? ¿Draco de que se trata todo esto?
Preguntó mirando sin comprender a su hijo.

Hermione se apartó y fue directamente hacia Harry ya que quiso darles privacidad a los Malfoy.

Además de que Harry la miró sujestivamente, ya que no había llegado a casa luego de que Draco la salvara de los atacantes.

- ¡Hola Sirius, hola Harry!

- ¿Porque no regresaste anoche Mione? Le preguntó su hermano.

- Ya era muy tarde cuando logré despertar Harry, estaba cansada y mareada. Respondió ella omitiendo todo lo demás.

- Está bien, iremos ahora al departamento de seguridad mágica, ahí estan los que te atacaron y creo que hay algo importante que debes oír, además de una ves serán acusados.

Ella asintió.

- Solo dejame avisar a Draco que me iré contigo.

Ella se acercó un poco a donde Draco hablaba con Narcissa y lo miró, él rápidamente captó la intención de Hermione y se separó un instante de su madre que parecía estar mal.

- Draco, debo ir con Harry al ministerio de magia creo que mejor te veré allá cuando logres hablar bien con tu madre.

Draco se acercó y le dio un casto beso. -  Está bien Hermione no se vemos allá.

Tanto como Sirius, Herms y Harry se fueron de la Mansión Malfoy, Hermione le pidió a Harry que pasaran a la casa, primero debía cambiarse ya que solo se había duchado en la habitación de Draco y puesto la misma ropa.
Y además debían pasar por Calista.

Cuando ya estaban en el ministerio de magia ella  iba realmente nerviosa.

Todos se dirigieron hasta el departamento de seguridad mágica donde habían varias oficinas de Aurores y cubículos donde estaban algunos detenidos.

Esperaron un rato a que llegaran Draco y Narcissa pero no aparecían aún.

- Mione debemos bajar a los tribunales, se efectuará ahí una vista, para presentar formalmente una sentencia en contra de los que te han atacado.

Ella asintió y junto con Calista bajaron hasta las salas donde se celebraban las vistas. Donde una vez Harry fue juzgado por el Wizengamot.

Entraron a una estancia circular llena de butacas y en medio habían dos sillas con cadenas.  Habían varios miembros ahí del ministerio, Kingsley y su asistente Katie Bell, varios integrantes de Wizengamot, Harry que era el jefe del departamento de seguridad mágica, y otros magos y brujas que conformaban el jurado.

Cuando Hermione y Calista tomaron asiento dejaron pasar a  dos hombres fornidos, uno tenía barba espesa y espalda ancha, el otro era de cabello largo y muy alto.

Al ver a Hermione se tensaron inmediatamente.

Kingsley se aclaró la garganta para hablar, debido a la gran Acústica del lugar no se necesitaba el hechizo "Sonorus"

- Buenos días a todos los miembros presentes, a los que conforman el jurado, a los Aurores y al jefe de Aurores y señoritas presentes.

Está mañana estamos realizando la vista número 634-12.