ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

Capítulo VI

Era el último día de colegio y estaba por terminar de hacer su equipaje, la jaula con su gato ya estaba lista, y su baúl con todas sus cosas también.

Estaba feliz pues había aprobado todos sus cursos con Excelente y así podía ir directamente a la escuela de Medimagos y empezar de una vez sus estudios.

Agarró su varita, se arregló su moño y salió de su habitación.
Al salir no pudo evitar que un nudo se le formara en la garganta, la sala común que durante ese año había sido su casa estaba en completo silencio, ni si quiera el ruido que hacía a veces el rubio cuando estaba en su habitación se escuchaba.

Dio una última vuelta al lugar y salió soltando un suspiro.
Caminó despacio por los pasillos del enorme castillo que había sido su hogar por los últimos siete años sin contar el que anduvo por ahí con Harry y Ron buscando Horrocruxes. No pudo evitar que unas pequeñas lágrimas le brotaran de sus ojos miel, extrañaría ese lugar pues amaba Hogwarts, el lugar que la acogió con solo once años cuando el resto del mundo decía que era una rara y  la marginaban. En donde aprendió a desarrollarse como la mejor bruja de su generación, donde conoció amigos, donde se enamoró por primera vez, donde dio su primer beso, donde maduró y se convirtió en una extraordinaria mujer.

Extrañaría tanto sus paseos nocturnos por Hogwarts, sus visitas a Hagrid, sus clases con Mcgonagall, sus idas a la biblioteca, extrañaría las aventuras que ahí había vivido junto a sus amigos, y extrañaría cada rincón de ese lugar, incluso se atrevía a pensar que extrañaría sus encuentros y peleas con los de Slytherin...sonrió al pensar en cierto rubio engreído que le hacía la vida imposible.

Bajó hasta el gran comedor donde se estaba ofreciendo el banquete de fin de curso, ya estaban ahí todos sus amigos que la veían sonriendo, todos emocionados al imaginarse su nuevo futuro fuera de Hogwarts.

- Mione tardaste! Le dijo Harry al verla llegar a la mesa.

Se sentó en su lugar y paso una mirada a la mesa de Slytherin donde Theo la saludo con la mano y le sonrió, Draco miró ese gesto y disimuló el disguto.

- Estaba dando un último recorrido al lugar. Susurró embargada de emoción y tristeza.

- Yo también extrañaré Hogwarts. Dijo Harry de manera melancólica.

Cuando el banquete hubo terminado y todos los alumnos salía para abordar el expreso alguien la llamó desde lejos, y al voltear vio que era Theo que venía entre la multitud tratando de alcanzarla.

- Herms

- Theo. Sonrío Hermione.

- Solo quería darte esto. Le dijo el joven entregándole un bonito diario.

Ella lo tomó y lo miró con cierta ternura.

- Es para que inicies tu curso de Medimaga, para que apuntes ahí tus cosas y no se te olviden.  Theo tomo una de sus manos.

- Gracias Theo es muy amable de tu parte, lo cuidaré mucho.

- adentro hay algo más para tí pero míralo cuando estés en tu casa. Le dijo Theo con brillo en sus ojos azules.

Hermione iba a decile algo pero alguien los interrumpió.

- Nott, deja ya a tu noviecita, el expreso está por partir.  Dijo alguien arrastrando las palabras.
Hermione miró y Draco venía a pocos pasos de ellos con cara de fastidio.

- Te veré después. Le susurró Theo dándole un beso algo tímido en la mejilla. Hermione solo se despidió con un gesto de la mano. Draco arrastró a Theo y le dirigió una corta pero profunda mirada a Hermione, ella lo tomo como su forma de despedirse de ella. No sabía si lo volvería a ver y cierta parte de ella sabía que extrañaría esos ojos grises y esa sonrisa arrogante.