•G I V E N•
Presenta:
❤️Love❤️
~Capitulo 18~
~Feliz cumpleaños Zen~Esa mañana, Zen despertó al sentir una suave presión en sus labios. Conforme fue cobrando mayor conciencia de "la realidad" se dio cuenta de que los cálidos labios de Michael se unían con los suyos en un tierno beso.
Michael:— Buenos días, Zen-san. Feliz cumpleaños –dijo con una sonrisa en el rostro.
Zen no sabía qué hacer. Un fuerte sonrojo se apoderó de él; se empezaba a llenar de muchas sensaciones simultáneamente. Sabía que debía agradecerle correctamente, así es que con toda la ternura de "Zen-san" soltó:
Zen:— ¡¿Por qué me despiertas de esa manera, imbécil?! –mientras se tapaba la boca con sus manos.
Michael:— Es que venía a despertarte y te vi y me dio tanta ternura que no pude evitarlo –respondió con una sonrisa en el rostro.
Zen:—¡¿Quién da ternura?! –gritó enojado.
Michael:— Zen-san, por supuesto.
Zen:— Olvídalo... -murmuró aún molesto y sonrojado.
Michael:— ¡A desayunar! –dijo alegremente y salió de la habitación
Zen:— *Es verdad...* -pensó mientras se levantaba-, hoy es mi cumpleaños...
Salió y fue al comedor aún frotándose un ojo con pereza.
Michael:— Zen-san ¿Estarás aquí hoy? –preguntó tras la estufa, preparando el desayuno.
Zen:— Hasta que regrese de la escuela ¿Por qué?
Michael:— Es que hoy es mi día libre ¿Lo recuerdas?
La verdad era que el día libre de Michel había sido dos días antes, pero decidió ir a trabajar para poder estar en casa durante el cumpleaños de Zen.
Zen:— No recuerdo que me lo dijeras... -comentó sirviéndose un poco de café en una taza y sentándose a la mesa.
Michael:— Bueno, así está bien... tendré más tiempo –murmuró
Zen:— ¿Qué?
Michael:— Nada, nada –dijo sonriente.
En ese momento Michael miró el reloj y vio que se le hacía completamente tarde. Y para colmo, ésta vez no podía culpar a Michael de no haberlo despertado.
Zen:— ¡Demonios! ¡Se me hace tarde! –se levantó de su silla abandonando media taza de café y corriendo a ducharse tan rápido como pudo y al salir, eligió su ropa al azar.
Michael simplemente escuchaba una estampida en la habitación de Zen, hasta que éste salió con el cabello revuelto y precipitándose hacia la puerta.
Zen:—¡Ya me voy!
Michael:— Que tengas buen día.
Zen corrió tan rápido como pudo hasta la estación de trenes, empujando gente a diestra y siniestra en el trayecto mientras gritaba cosas como "¡Con permiso!" "¡Déjenme pasar!" "¡A un lado!" "¡No estorben!" "¡Mierda! ¡Fuera de mi camino!" y sus frases fueron haciéndose más groseras conforme pasaba el tiempo... tan paciente que es Zen ...
ESTÁS LEYENDO
Given
RandomYoshino Ōhara un adolescente de 14 años con problemas de comportamiento, su madre Milena una mujer de 38 años toma una profesional decisión de acudir a una niñera. Yoshino se da cuenta de que su niñera será el chico más popular en la escuela Naoki. ...