•🌻•21/04/XX
La vida pasaba suave, sin contratiempos, del modo más monótono e insulso que hasta los transeúntes no avistarían por débil curiosidad.
Más será por tu sonrisa serena que despejaba mis días grises, y esperando los delicados besos que tus palabras me regalan, calientes de tu respiración y de tus emociones.
Quería vivir en tus ideas, atrevidas, inquietantes, perfectas para salvar a este joven que hace tiempo abandonó sus alas, siendo acompasado por el arrullo de tu frugal destello.
La cercanía inicial que teníamos se había esfumado, la proximidad dejó de ser necesaria a ser una cualidad, la suerte de estar juntos sin serlo, de convivir con el ser preciado y correspondido.
Calidez de tus brazos, tibieza del sol y la calma de una tarde a las afueras del pueblo, olor a canela y hojas de sicomoro secas restando protagonismo.
Ligereza en tus pisadas, cada vez que tu sombra acentuaba a la mía en nuestras caminatas por el río, desapareciendo intermitentes hasta la llegada del alba.
Delicadezas en esas tiernas miradas que cuentan todo pero no dicen nada, serpenteando tus dedos hasta encajarlos con los míos, apretando nervios, traspasando sentimientos, levantando la soledad de una noche de verano a una mas amena, más amorosa.
Estábamos en la comodidad de una utopía, respirando poco a poco de nosotros, residiendo en una simbiosis pueril, estéril y de corto alcance.
Que por hoy no es...
Solo espero que al estar presente en el futuro aun estés conversando, riendo, siendo feliz.
Empero, nadie se aparta de los azares de la vida ni de sus caóticas vertientes que trajo a desquite de nuestras alegrías la crudeza de la guerra.
Las armas que me apartaron de ti y rompieron nuestro pronto idilio.
Aun en estas cuando no te tenga cerca, si yaces en la sobriedad de la tierra o viviendo aventuras, explorando ese mundo que me invitaste de jóvenes conocer, estaré esperándote de nuevo en nuestro acomodado jardín conciliando mis recuerdos de esa cálida tarde, la pequeña cabaña en donde habituamos nuestro querer.
...
•🌻•
-Abuelo Giyuu, ¿que estas haciendo?- una pequeña nena de 6 años se paseaba curiosa por el despacho del adulto, observando de reojo el expediente lleno de papeles que estaban a punto de abandonar su lugar por la brisa que escapaba de las contraventanas.
La arrugada mirada observó a la interrupción de su trabajo, por unos momentos detallando la diferencia de cuando fue la ultima vez que estuvo con ella, de una redonda cara a una más perfilada que poseía sus ojos y cabellos mezclados con los genes de la familia Kochou, copia física e su antigua amiga y de la arrolladora personalidad de su esposo.
Un hermoso retoño de terribles pensamientos.
-Estaba organizando unos escritos para mi biografía Makomo querida- El eco viajó quedito por el espació del vetusto salón, eclipsando por un instante las ansiedad que la niña expedía, ya se estaba imaginando que posibles diabluras estaría rehuyendo para terminar en su estudio- ¿necesitas algo?- dedujo en ultimas para otorgar la palabra a la pequeña quien emocionada corrió hacia él y se ubicó en su regazo en varios saltos pequeños.
ESTÁS LEYENDO
°•●Oneshots Kimetsu no Yaiba (Yaoi)●•° [EN EDICIÓN]
FanfictionUn lapsus para matar unas neuronas, un lapsus para quemar lo que sientes en el corazón por estas parejas que aun no se han desgastado lo suficiente de shippeo intenso 😍🥰