capítulo 5

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Seis años después Roxelana llevaba una vida tranquila, su padre y hermana iban a verla seguido, sus amigos pasaban con ella cada día y Olivia se había ganado el título de madre para la joven de ojos bicolor.

—Roxelana—dijo Olivia y la castaña asintió.

—Madre—sonrió —¿pasa algo?—dijo viéndo la carta en sus manos.

—No es nada malo mi niña, pero su Majestad ha ordenado que empaques, ha llegado el momento de regresar al palacio— la joven palidecio al escuchar aquéllo, no estaba lista.

—No, no estoy lista, ¿y ustedes?—negó varias veces.

—Elise ahora es tu dama al igual que yo, y Archer ahora estará cuidando de ti, no te dejaremos sola—ella asintió abrazandola.

—No se que haría sin ustedes—susurró en sus brazos.












Tres días después los cuatro estaban listos, tres carruajes llegaron en su búsqueda, junto a Astrid quién sonriente se acercó a ellos

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Tres días después los cuatro estaban listos, tres carruajes llegaron en su búsqueda, junto a Astrid quién sonriente se acercó a ellos.

—¿Por que regreso ahora?

—Anwen se va a casar y pronto tendrá el trono de Inglaterra—Roxelana asintió

—¿Y el rey?

—Cuándo lleguemos te dirá todo—susurró y subió al carruaje, Elsie y Olivia subieron junto a ellas y Archer monto un hermoso corcel cortesía del rey.


La castaña iba con los nervios a flor de piel, su mano viajaba por todo su brazo mientras que sus labios se mantenían en una sola línea.

—Se que estás nerviosa, pero yo estoy aquí y Elsie y mamá Olivia también —dijo Astrid contenta—cuándo lleguemos a la capital se te asignarán dos doncellas, luego tomaremos otro carruaje hasta el castillo, ahí estará nuestro padre y nuestra madre esperando, luego te instalaras y asistiremos a la cena de bodas de Anwen y el príncipe Philip de España.

—No quiero hacerlo—negó—tengo miedo de sus reacciones.

—No lo tengas, el mundo puede ser cruel, pero tu eliges si te afecta o no—dijo Elsie, Roxelana asintió regresando su vista a la ventana.




Horas después llegaron a una casa en la capital, dos doncellas salieron de ella e hicieron reverencia a las princesas, ambas vieron a Roxelana con una sonrisa, ellas no creían en la maldición que se decía por sus ojos.

—Ellas son Rose y Alicia, ambas estarán junto a ti igual que Elsie, no están casadas, no hasta que tu te comprometas —ella asintió

—Princesa—dijeron ambas con una sonrisa, cambiaron de carruaje y ahora sólo Astrid y Roxelana iban juntas, Olivia, Elsie, Rose y Alicia iban en otro.



Dos horas después el majestuoso palacio se hizo presente, en la entrada Roxelana pudo divisar a un sin fin de guardias y luego a su padre, y a tres mujeres rubias.

La primera en bajar fue Astrid, Roxelana tomó aire y limpió el sudor de sus manos en su vestido, la mano de su padre la regreso a la realidad y bajo ante la atenta mirada de varios nobles y guardias, los murmuros no se hicieron esperar y miles de malos comentarios no tardaron en llegar, miró a su padre con miedo y se pego más a su cuerpo.

Quería irse y su pequeña família lo noto.

—Roxelana, ella es la reina Agnes tu madre—la rubia la miró con inferioridad causando que la castaña se sintiera peor el rey miró con enojo a su esposa—Ellas son Lizbeth y Anwen, tus hermanas—ambas rubias la miraron una con  asco y la otra con ind...

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—Roxelana, ella es la reina Agnes tu madre—la rubia la miró con inferioridad causando que la castaña se sintiera peor el rey miró con enojo a su esposa—Ellas son Lizbeth y Anwen, tus hermanas—ambas rubias la miraron una con  asco y la otra con indiferencia, causando que sus ojos se aguaran—entremos.—Dijo el rey viéndo el dolor en su hija—Alicia llevala a sus aposentos.

La castaña la guio por el palacio, Roxelana iba con la mirada gacha ya que cada que se cruzaba con alguien murmuraba y hablaba sobre la maldición, la mano de Elsie se hizo presente dándole apoyo. Al llegar la castaña observo una habitación enorme muy bien decorada.

—¿Pueden dejarme sola?—Elsie asintió y  hizo salir a ambas mujeres, la castaña se desplomó en el suelo y comenzó a llorar, quería irse, quería regresar a su hogar.

La Última Rosa©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora