—En tres días será la coronación —le aviso Elsie—¿estas lista?
—No —suspiró —nunca se está listo para esto.
—Serás una gran reina—dijo Olivia.
—Eso esperó, tengo grandes planes-les sonrió—¿Están haciendo mi vestido y capa?
—Si, las costureras están trabajando desde que se supo lo del rey—dijo Alicia.
Tres días después Roxelana despertó por las insistencias de Rose, miró a todos lados tallandose los ojos y suspiró, esa noche ocuparía sus nuevos aposentos y oficialmente sería la reina.
Elsie, Rose y Alicia la ayudaron a bañarse y vestirse, el hermoso vestido dorado quedaba a la perfección con sus zapatos y joyas, miró a sus amigas complacida.
—Atención, La reina madre —la hermosa mujer ingreso a los aposentos de Roxelana, le regaló una hermosa sonrisa y la abrazo.
—Te vez muy hermosa—la invitó a sentarse—parte de la tela de ese traje era del mío, se que serás una gran reina, has cambiado a mi hijo, puedes cambiar el mundo si lo deseas.
—Me esforzare mucho para estar a su altura—sonrió.
—Se que lo harás, tu padre me hablo mucho de ti mediante sus cartas y visitas, me dijo que eras especial, pero no por tus ojos, sino porque le hay dentro de ti, te entrego mi reino y mi trono, lleva el cargo con sabiduría—la abrazo y tomo su brazo para ir hacía la salida.
Roxelana abordó el hermoso carruaje dorado, nerviosa miró a todos los franceses que a su paso saludaban alegres
Catedral de Reims.
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Roxelana llego junto a Cedric quién le regaló una pequeña sonrisa, ambos hicieron la ceremonia del ungimiento de óleo santo junto al duque de Anjou, y luego recorrieron el pasillo de la nave central, llegaron junto al presbítero con aires de solemnidad.
Cedric fue el primero en ser coronado, Roxelana esperaba atrás su turno y a lo lejos pudo distinguir a su pequeña família, una vez Cedric fue coronado los presentes corearon su nombre, Roxelana fue llamada por el presbítero y repitió cada una de las palabras dichas por el hombre, la corona fue puesta en su cabeza y se puso de pié alzando el cetro y el orbe, todos corearon su nombre y el del nuevo rey, sonriente entrego ambos artilugios y tomo del brazo a su esposo para salir.
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¡Larga vida a los reyes!
Roxelana y Cedric hicieron el habitual recorrido por el lugar para finalizar en el palacio, una gran fiesta se iba a llevar acabo y así una nueva era.
—Esperó que pronto podamos tener un hijo—susurró Cedric, ella se sonrojo y lo miró.
—Yo también, no uno, muchos— comentó riendo y ambos se sentaron en sus tronos.
—Cuatro niñas y un niño—sonrió.
—Seis —dijo riendo — los que sean, pero que sean felices.
—Lo serán...
Al caer la noche ambos fueron a sus nuevos aposentos, Roxelana fue preparada por sus damas, luego se dirigió a los aposentos de su esposo y consumaron de nuevo su amor.
Dos meses después.
—¿ Aun no tienes noticias?— dijo Olivia.
—No, temo que no pueda darle hijos— susurró con pesar.
—Ten paciencia, tarde o temprano vendrán los hijos— eso espero madre.
—Ya verás que si.
—Ahora te dejo, tengo que hablar con la madre del rey sobre la fundación — le sonrió y se puso de pié.
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Al fin tenemos nuevos reyes.
No encontré a fondo sobre la ceremonia de coronación, solo un pequeño escrito.
