Roxelana iba en completo silencio observando el hermoso jardín del palacio, Cedric a su lado sólo iba con la mirada fija en el pasto, cansada de eso se fue a sentar cerca de una hermosa fuente.
—¿Estas cansada?—murmuró el
—Llevamos una hora caminando—lo miró—y desde aquí todo se ve tan hermoso.
—¿Como fue tu vida en el campo?—ella sonrió melancólica.
—Fue perfecta, nada me faltaba—sonrió viéndo el cielo, tan azul como los ojos de su acompañante.
—¿No te hizo falta tu madre?
—Lady Olivia fue mi madre todos estos años—murmuró
—¿Y lo demás?
—¿Mi padre y hermanas? Creo que era mejor estar lejos de ellos—suspiró— de todos ¿ Y tu?
—Creó que lo mejor también hubiese sido ir a vivir al campo, sin presiones.
—¿Fue difícil vivir en la corte?
—Desde niño supe que iba a heredar el trono, desde niño fui educado para eso—murmuró viendo la fuente y luego a Roxelana.
—Comprendo —murmuró ella—¿Podemos ir a montar?
—¿Sabes?
—Soy la mejor—sonrió ella causando que Cedric sonríera, la primera en todo el día.
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Luego de pasar todo el día juntos, se reunieron junto a la reina y las princesas para cenar, ambos iban riendo causando que la reina Ruth mirará a sus hijas con una sonrisa.
—¿Cómo está mi padre?—dijo Cedric apartando la silla de Roxelana
—Un poco cansado—suspiró la reina—¿cómo les fue?
—Bien —dijo simplemente el príncipe.
—Mañana escogeras telas para tu vestido—dijo la reina y Roxelana asintió.
Al siguiente día Roxelana llegó al salón del té dónde unas mujeres alzaban algunas telas hacía la reina, la mujer le hizo unas señas a Roxelana para que se acercará y se sentará a su lado.
—Escoge la que gustes, luego hablaremos sobre como lo deseas—dijo la reina y Roxelana sólo asintió viéndo todas las telas que le mostraban las mujeres.
Luego de una hora completa Roxelana encontró la indicada, la costurera le enseño muchos dibujos sobre posibles vestidos pero la joven ya tenía en mente uno.
—Por lo que veo, ya sabías cuál querías—dijo Sophia y Roxelana asintió —buena decisión.
—Creó que eso es todo, luego de la merienda vendrá la florista y las decoraciones —Roxelana suspiró cansada— y tus nuevos aposentos comenzarán a ser preparados.
—Podrás cambiar lo que gustes —dijo Catherine emocionada causando una risa nerviosa en la joven de ojos bicolor.
—Te veo nerviosa —Elsie dejo de lado el libro que leía.—¿Es sobre la boda?
—Si —suspiró
—A puesto a que es sobre la noche de bodas—dijo con curiosidad—puedes hablar con nuestra madre, aclarará tus dudas.
—¿Crees que yo le llegue a gustar algún día?— soltó sin más.
—Estaría tonto si no lo hiciera, eres muy hermosa, solo dale tiempo, ¿ a ti te gusta?
—No lo se —dijo riendo— todo cambió tan rápido.
—Y cambiará más—le recordó —aquí estaremos para ayudarte en todo, la reina y los consejeros han enviado las invitaciones, tus hermanas están invitadas, la reina Agnes igual.
—¿Y Anwen?
—También —murmuró— estarán lejos de ti, no te preocupes.
