Epílogo

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¡La reina ha fallecido!

Todo el reino se conmocionó ante tal triste noticia, sus hijos vieron por última vez a su madre, le lloraron, le recordaron y le admiraron

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Todo el reino se conmocionó ante tal triste noticia, sus hijos vieron por última vez a su madre, le lloraron, le recordaron y le admiraron.

Su esposo deseó estar en su lugar, su reina había llevado a Francia a la gloria y a su corazón al paraíso.

Roxelana no solo había cambiando un reino, sino que el reino la había cambiado a ella.

Le aceptaron tal y como era, le amaron tal y cómo era.

Las rosas una vez marchitas pierden su color, pero está rosa se mantendría viva para la eternidad.

Roxelana.

Roxelana

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E

l campo lleno de rosas de todos los colores y olores fue lo primero que vio, su aroma, la paz y la belleza hizo único ese lugar, se sentía en casa, se sentía feliz.

Había superado una maldición, hizo historia, forjó su propia leyenda.

A lo lejos una silueta miraba el lago, ella curiosa de acercó, sus ojos se abrieron a más no poder y sus lágrimas callaron como cascada.

A lo lejos una silueta miraba el lago, ella curiosa de acercó, sus ojos se abrieron a más no poder y sus lágrimas callaron como cascada

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—¿Por que lloras mi hermosa rosa?— dijo esa dulce voz que jamás pensó volver a escuchar.

—Creí que jamás te vería de nuevo— se posicionó a su lado y admiro el paisaje.

—Siempre supe que nos reencontrariamos mi hermosa rosa, la rosa menos amada... siempre fuiste la rosa más amada, superaste todo obstáculo, llegaste lejos.

—¿Así se ve el paraíso?— murmuró maravillada.

—Supongo, es lo que la vida tenía preparado para algunos —la miró por primera vez y tomo su mano- mi hermosa rosa, siempre supe que la vida te iba a sonreír.

—Mori al dar a luz, ¿me sonrió acaso la vida?—dijo sin optimismo.

—Ayudaste a un reino a creer, tuviste hijos excepcionales y demostrate que un hombre puede cambiar, sufriste, lo aceptó, pero eso sirvió de guía para lograr llegar a lo alto.

—¿Entonces si lo logre?

—Claro que lo lograste mi rosa, ahora vamos al lugar más hermoso, tenemos personas a las que esperar.

—¿Fui la última?

—Siempre fuiste la última Rosa.

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La Última Rosa©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora