La primera semana paso rápido, Lizbeth mantenía ocupada a Roxelana y eso la ayudaba a olvidar sus días malos.
—Roxelana—suspiró la mayor —Se que tienes algo, ¿puedes decirme?
—Es difícil
—Dile a tu hermana mayor que es lo que te aqueja—la abrazo.
—Llevo un año intentando quedar en cinta y nada, no puedo—suspiró con tristeza.
—Ya verás que pronto tendrás a un hermoso bebé en tus brazos—le sonrió —Vamos al jardín a tomar el té se que ver las rosas te ayudará —se puso de pié.
Tras pasar un mes en Portugal Roxelana era una ayudante digna para su hermana mayor, ambas eran una.
—Roxelana siéntate, estas pálida—dijo Lizbeth viéndola, la menor suspiró y sintió todo moverse a su alrededor.
—Me siento un poco cansada, tal vez vaya a descansar.
—Está haciéndo un hermoso día—le sonrió —Elsie ve con ella, no la dejes sola.
—Tu también debés de descansar, tienes ocho meses de embarazo y te mueves peor que una niña—la regaño y la mayor solo sonrió
Al caer la noche Roxelana no bajo a cenar pues el mareo seguía y náuseas, Elsie suspiró dejándola sola y se dirigió hacía dónde la reina.
—¿Y mi hermana?
—No se encuentra bien todavía—ella río a lo bajo
—Anne ve por el doctor y tu regresa con ella—la miró y Elsie asintió
El doctor sonrió al finalizar, Lizbeth lo miró esperando a que confirmará sus dudas y Roxelana solo suspiró pesado.
—Felicidades su Majestad, está embarazada —Elsie y Lizbeth gritaron con emoción, Mientras que Roxelana solo sonrió.
—¡Al fin!—sonrió
—Tienes que ir a casa—dijo Lizbeth
—No, aún no, voy a esperar a que tu bebé nazca—murmuró —ya tendré tiempo de contarle.
Un mes después Lizbeth entro en labor de parto, Roxelana se mantuvo a su lado en todo momento y con gran alegría recibieron al nuevo miembro de la família.
—Una niña—sonrió Roxelana y se la paso a su hermana—es hermosa.
—Como su madre—dijo la rubia.
—Esperó no tenga ese ego—comentó divertida.
—Se llamará Roxelana—dijo el rey Augusto entrando a los aposentos —ella siempre habla de ti.
—Es un honor—sonrió ella y los dejo solos.
—¿No me ha llegado ninguna carta?
—No, el mensajero regreso temprano.
—Tres meses aquí y ni una vez me escribió—murmuró—ha llegado el momento de regresar.
—Se está comenzando a notar.
—Si, es momento de decirle a todos, ve a preparar mis cosas, partiremos en una semana.
—Claro, le diré a Archer que avise a todos —Roxelana asintió.
—Dile a Rose que traiga comida, mucha—Elsie rio fuerte y salio.
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La Última Rosa©
Ficción históricaLa rosa olvidada, la rosa menos amada, la rosa que quería su libertad pero se le fue negada. ©No copias o adaptaciones sin permiso. Portada por @Itspauxma de @MagnificentCats