capítulo 8

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Roxelana observaba a todos en la mesa, el rey conversaba animado con Archer y Olivia, Alicia y Elsie estaban tan metidas en sus cotilleos, mientras sus hermanas reían junto a Rose, ella sonrió agradecida, pues tenía a pocas personas que la amaban, pero sabía que la amaban de verdad.

—He mando a hacer un hermoso vestido para ti—dijo Astrid.

—No asistire a la boda—susurró bajo y la mayor alzó una ceja.

—Nuestro padre lo ha ordenado, nos quiere ahí apesar de que ella no—tomo su mano—eso y que estamos desobedeciendo sus órdenes.

—¿Órdenes?—dijo extrañada.

—No quiere que nos acerquemos a ti—dijo Lizbeth agitando su abanico—pero no puede decir nada en contra, nuestro padre es el que tiene la última palabra.

Roxelana paso los últimos días a lado de Archer, ambos iban al jardín o a los establos, el rey había ordenado que ella saliera y tomará sol y eso estaban haciendo.

Ella no había visto al rey o a sus hermanas en dos semanas, ella pensó que por la boda.

—Lady Roxelana—Archer y ella se detuvieron al escuchar aquéllo, era el futuro esposo de su hermana,Philip.

—Príncipe —ella agachó la mirada y se cubrió el rostro con la malla.

—No he venido a incomodar Lady Roxelana, he venido a disculparme —ella alzó un poco la vista—se que su madre la reina no quiere verla en nuestra boda, pero yo he dicho que usted debe de venir, se lo que es el rechazo.

Ella lo miró sin creer y le enseño su mano la cual estaba tapada por unos guantes, en ella observo unas horribles y dolorosas marcas, eran quemaduras.

—No son quemaduras, nací así, por años fui hecho aún lado y insultado, y se lo que siente, mi padre busco un heredero por todos lados cuándo vio esto, pero solo le dieron niñas—la insto a caminar dejando a Archer pasos atrás— así que usted será de mucha ayuda cuándo este por casarme con alguien que me odiara cuándo vea esto.

—Siento tanto que tenga que hacer esto—susurró y sonrió agradecida —pero no se preocupe, puede que ella parezca un monstruo, pero en el fondo tiene un gran corazón.

—Sólo alguien tan noble puede ver la bondad en alguien que solo odio expresa—le sonrió—me tengo que ir ahora mi lady—hizo una reverencia y se fue dejándola con dudas.

—Todavía hay gente noble Lana—dijo Archer—tenemos que regresar.

Ella asintió y siguió en silencio a su amigo, no dejaba de pensar en lo que el había dicho, ambos estaban malditos, pero se entendían.

Días después todo el palacio estaba de cabeza, la boda era ese día y todos iban de un lado a otro, mientras ella esperaba atentamente a que Olivia, Rose y Alicia la terminarán de arreglar.

—Te ves muy hermosa mi niña—susurró Olivia y la reina se hizo presente en sus aposentos, desde aquél día no la había vuelto a ver, Roxelana comía en sus aposentos acompañada de sus más fieles amigas.

—Su majestad —susurró ella y sintió las frías manos de la reina agarrar fuertemente su barbilla.

—No se cuál es tu objetivo, te vi cerca de Philip, y te digo desde ahora, una vez muerto tu padre te largas de aquí, odio ver tu rostro

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—No se cuál es tu objetivo, te vi cerca de Philip, y te digo desde ahora, una vez muerto tu padre te largas de aquí, odio ver tu rostro.—escupió con odio.

—¿Por que? ¿Que malo hice?—susurró con los ojos cristalinos

—¿No te ves acaso? Sólo desgracias me has traído, eres un monstruo, estas maldita—gritó y el eco de la cachetada alertó a Alicia pero no se movió, no podía.

Roxelana se tambaleo al sentir el ardor en su  mejilla y luego miró a su madre  con dolor,  la reina salió echa una furia dejando a Roxelana de nuevo con una inmensa tristeza.

—Lana —susurró Alicia tomando su mano, luego miró su mejilla— pronto te irás de aquí y serás feliz.

—¿Acaso alguien como yo puede ser feliz?— la morena la hizo verla y asintió.

—Con un corazón tan grande, cualquiera querría ser feliz a su lado—le coloco una pequeña tiara y luego la hizo ponerse de pié —cualquiera se daría cuenta de su valor si la viera con el alma y no con los ojos—Roxelana sonrió y luego la abrazo.


La Última Rosa©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora